La acción, en la que vuelve a estar involucrado el grupo Rebelión o Extinción (Extinction Rebellion), se añade a la de ayer en el Museo Reina Sofía en rechazo a la cita cimera de la Alianza Atlántica que se realizará en esta capital miércoles y jueves.
Diversas organizaciones antimilitaristas, ecologistas, feministas, sindicales y en defensa del clima fueron protagonistas este martes de una acción directa noviolenta.
Desarma Madrid (Ecologistas en Acción, Yayoflautas, BDS Madrid, Alternativas No Violentas, Asamblea Antimilitarista de Madrid) y la organización estatal Alternativa Antimilitarista-MOC, con activistas de otros territorios (País Vasco, Canarias, Alicante) se sumaron a la protsta.
“Se debe apostar por una reducción hasta su eliminación del gasto militar, por el desarme, la prohibición de las armas nucleares y por desarrollar un concepto de defensa que promueva la seguridad humana y medioambiental y que ponga en el centro la vida», expresaron los manifestantes.
Agentes de la Policía Nacional expulsaron a la prensa del lugar y detuvieron a 28 activistas, según se pudo conocer.
Vestidas con trajes escolares, y por medio de pintadas, pancartas y canciones, reclamaron la conversión de la Escuela de Guerra en una Escuela de Paz, denunciado los asesinatos cometidos el viernes 24 en la frontera de Melilla.
Fustigaron asimismo la actuación de “los señores de la guerra de Madrid, una ciudad que debería ser de paz y se va a convertir en la punta de lanza del militarismo 360º de la OTAN”.
Igualmente, lamentaron que la cimera de la alianza traerá un fuerte incremento del gasto militar con la escalada de la tensión internacional y de los conflictos asociados a ella.
Ayer, representantes de Extinction Rebellion y Juventud por el Clima, se desplomaron ante el cuadro Guernika en un llamado a la paz.
La acción no violenta de performance tuvo lugar en el Museo Reina Sofía de Madrid, en la sala donde se expone el célebre cuadro de Pablo Picasso, que fue concebido por el pintor malagueño ante la barbarie nazifascista contra el poblado de Guernika, País Vasco.
Una treintena de activistas se desplomaron sobre el suelo fingiendo fallecer, mientras cuatro de ellos, vestidos de gala y simulando ser grandes mandatarios, brindaban al sonar la Tercera Sinfonía de Brahms.
Madrid, 28 de junio 2002
Crónica Digital/PL