El presidente de Chile, Gabriel Boric, negó que la implementación del Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en la macrozona sur fuera un revés político.
El estadista explicó que tiene el deber de usar “todas las facultades que la ley nos permite para garantizar la seguridad de los ciudadanos en todo el territorio nacional, y asegurar el abastecimiento y el libre tránsito”.
Durante la inauguración del nuevo centro de salud familiar de la comuna metropolitana de Alhué, Boric recordó que en las últimas semanas se vivieron muchos episodios de violencia en zonas rurales, en forma de disturbios, ataques a maquinaria agrícola y predios, incendios y tiroteos con víctimas mortales.
Hay centros de salud a los que no se podía acceder porque estaban los caminos cortados (…), por eso lo que hicimos fue decretar un estado de excepción “acotado”, especificó.
Esta situación le está costando capital político a Boric, aseguran expertos, pues uno de los pilares de su campaña presidencial fue terminar con el estado de excepción y resolver el conflicto mapuche (dilema entre el Estado y el principal grupo indígena del país, que reclama las tierras que habitaron durante siglos).
Desde su ascenso al poder, el 11 de marzo último, Boric ha sido incapaz de solucionar esa situación, la cual agravó en los últimos meses con continuos actos vandálicos.
Santiago de Chile, 20 de mayo 2022
Crónica Digital/PL