Mediante un comunicado, el exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia dijo que llegó tarde a la contienda electoral «porque la carrera a la presidencia se volvió de tres vueltas».
Me encontré con un ambiente polarizado y lleno de odios; y dividido entre buenos y malos y entre malos y buenos, dependiendo del extremo que juzga, agregó.
Lo cierto es que cuando solo quedan 17 días para las elecciones en Colombia, dos proyectos de país están en juego:
Uno, el del cambio a favor de las mayorías históricamente olvidadas, con políticas públicas y económicas que favorecerán a los pueblos indígenas, afrodescendientes, raizales y palenqueros, a los estudiantes, a los jóvenes, campesinos, mujeres, entre otros sectores.
Es el programa que presenta el candidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, favorito para ganar las elecciones, una propuesta que construye de manera colectiva esta coalición de fuerzas alternativas, progresistas y de izquierda en esta nación.
La paz en Colombia es uno de los ejes transversales de su plataforma programática, de ganar las elecciones presidenciales.
«Desde el primer día de mi gobierno se reconocerán los protocolos que el gobierno de (Juan Manuel) Santos firmó con los Estados garantes de la Paz», afirmó recientemente.
Aseguró que, si gana los comicios, iniciará el proceso de paz integral con todos los actores de la violencia y propondrá un gran pacto de la sociedad para la convivencia
En un posible mandato de Petro y Francia Márquez (vicepresidenta) cesará la violencia contra los firmantes de la paz y con el concurso de toda la sociedad y la comunidad internacional concretarán lo pactado en toda su extensión, señaló.
«El acuerdo sobre reforma rural integral será pilar central de nuestra propuesta de democratización de la tierra», puntualiza el programa de Petro, denominado Cambio por la Vida.
El otro proyecto de país los enarbola Federico Gutiérrez, del derechista Equipo por Colombia, el más cercano en intenciones de votos a Petro, pero muy distante, aún, de acuerdo con los sondeos.
Gutiérrez hace énfasis en la libertad de empresa y en la iniciativa privada como un pilar del estado social de derecho en la nación suramericana.
El tema del Acuerdo de Paz, que sería el motor para dejar atrás décadas de violencia en el país e impulsar su desarrollo en todas las áreas sin interferencias de grupos armados, estructurales criminales, ni una guerra dolorosa, apenas lo roza en su proyecto gubernamental, aunque en declaraciones a la prensa ha señalado que le va a «dar cumplimiento».
Asegura que «va a llegar a los territorios, especialmente de la implementación de las zonas” donde se concretan los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial.»
Acerca del inicio de diálogos con grupos armados, condicionó cualquier acercamiento al Ejército de Liberación Nacional a que esta guerrilla tendría antes que «demostrar su voluntad de paz».
El académico Jairo Estrada en un artículo publicado en la revista Izquierda refiere que el proceso electoral para escoger el presidente de Colombia para el período 2022-2026, ha generado una gran expectativa tanto desde la perspectiva de la política interna como en atención a sus efectos sobre la geopolítica regional.
«A diferencia de otros países de la Región que durante las últimas décadas tuvieron experiencias de gobiernos de corte nacional-popular o de tipo progresista, o las viven en el presente, en Colombia el progresismo social-liberal representa apenas ahora una opción política con posibilidades reales de ganar la elección presidencial», enfatiza .
De acuerdo con Estrada, se perfila una situación novedosa y compleja en un país que ocupa un lugar estratégico por su ubicación geográfica y el rol desempeñado como referente principal de proyectos políticos de la derecha en el subcontinente, así como por la subordinación plena a la política de dominación de la principal potencia imperialista para la región.
Bogotá, 12 de mayo 2022
Crónica Digital/PL