El Presidente de los Estados Unidos, Jonh Fitzgerald Kennedy, reconoció hace hoy 61 años la implicación de su gobierno en la invasión a Cuba, que devino en su primera gran derrota militar en América.
Según investigaciones históricas, el Mandatario había heredado los planes bajo la llamada Operación Pluto de la Administración saliente de Dwight Eisenhower.
De los mil 500 efectivos de la brigada 2506 que atacó la Isla por Playa Girón el 17 de abril de 1961, las fuerzas cubanas hicieron unos mil 200 prisioneros.
No habían transcurrido 72 horas de la invasión a Cuba cuando Fidel Castro arribó ante el último reducto de mercenarios para completar la victoria.
Después de reconocer sus vínculos con este plan, Washington diseñó nuevas estrategias para terminar con el joven proceso político social a 90 millas.
“Los hermanos Kennedy encargarán a la CIA un programa intensivo dirigido en contra del régimen de Castro, responsable de la humillación a los Estados Unidos”, expuso en sus memorias William ‘Bill’ Colby, jefe de esa agencia de inteligencia de 1973 a 1976.
El 30 de noviembre de 1961 el Presidente norteamericano aprobó la Operación Mangosta, el plan subversivo más grande orquestado en contra de Cuba, responsable de unas cinco mil acciones de sabotaje y actos terroristas en la Isla en menos de 10 meses.
Los prisioneros de Playa Girón fueron acusados de traición a la Patria, enjuiciados y luego de un tiempo en prisión comenzaron los intercambios para devolverlos a Estados Unidos a cambio de una indemnización.
De acuerdo con fuentes oficiales, la Casa Blanca no completó su compromiso; no obstante, en aquel momento Fidel Castro subrayó la importancia de que por primera vez en su historia el imperialismo tuviera que pagar una indemnización de guerra.
La Habana, 24 de abril 2022.
Crónica Digital / Prensa Latina.