Con gritos “¡Fuera Bolsonaro!”, finalizó la participación de defensores de la democracia y los derechos humanos en la llamada Marcha del Silencio, al cumplirse el aniversario 58 del golpe militar de 1964 en Brasil.
Organizado por el Instituto Vladimir Herzog y el Núcleo de Memoria, el acto en el Parque Ibirapuera, en la ciudad de São Paulo, reunió a cientos de personas.
Herzog es una institución sin ánimo de lucro creada el 25 de junio de 2009 con el objetivo de preservar la memoria del periodista Vladimir Herzog y promover acciones para llamar la atención sobre los problemas sociales y económicos, con énfasis en las consecuencias de la asonada de 1964.
Según el portal Rede Brasil Atual, la iniciativa es resultado del movimiento Voces del Silencio contra la Violencia del Estado, liderado por organizaciones y colectivos ciudadanos.
Desde 2019, estos grupos activistas llaman la atención de la sociedad sobre la violencia cometida por el Estado durante y después de la dictadura.
Los organizadores señalaron que la caminata es también un momento para reflexionar sobre las luchas de las poblaciones invisibles en ese período -negros, LGBTQIA+, indígenas-, que siguen sufriendo “las consecuencias en la necropolítica gubernamental marcada por la enfermedad, el hambre, el desempleo y otras violaciones” a los derechos humanos.
Para el director ejecutivo del instituto, Rogério Sottili, “el evento es muy importante porque en primer lugar es una respuesta de la sociedad a la violencia cometida hace 58 años por quienes derrocaron el Gobierno legítimo y rompieron la Constitución”. En este sentido, denunció a quienes “cometieron una de las mayores violaciones contra el pueblo brasileño, imponiendo un proceso de terror, desapariciones forzadas, secuestros de niños, corrupción y destrucción del Estado Democrático de Derecho”.
Rede apuntó que la marcha sirve, asimismo, para denunciar a las actuales víctimas de la violencia del Estado. “Sabemos cómo sufrieron los trabajadores, la clase media y los estudiantes durante la dictadura. Pero los cuerpos negros siguieron siendo torturados, encarcelados y asesinados, hasta hoy”, denunció la arquitecta y urbanista Ligia Rocha, miembro del colectivo de bordadoras Linhas de Sampa.
Bajo gritos “¡Fuera Bolsonaro!”, en alusión al actual Primer Mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, la movilización recorrió el interior del parque con diversos carteles, en los que se pedía justicia para los jóvenes asesinados en el barrio paulista Paraisópolis, en diciembre de 2019, y para los de la masacre de la plaza de la Sé, en 2004.
Igualmente se mencionaron los nombres de 650 presos, desaparecidos y asesinados, tanto por la dictadura como por la violencia policial contemporánea.
RECHAZO A DEFENSA DE LA DICTADURA
En este escenario, el Partido de los Trabajadores (PT) y otros actores de la sociedad civil rechazaron una nota firmada por el actual Ministro de Defensa, general Walter Braga, para enaltecer el golpe militar de 1964 en Brasil.
Según el PT, se ha cumplido el 58 aniversario del inicio comienzo un período de 21 años de oscuridad para la democracia brasileña y el documento de Braga fue publicado en la víspera de la fecha que inauguró la ruptura democrática impuesta por los militares.
“La nota tergiversa los actos de un régimen que ahogó los derechos civiles, mató y torturó a los brasileños e instauró una dictadura y, en lugar de reconocer las atrocidades cometidas por el régimen, señala un legado inexistente de paz y democracia”, denuncia la organización política.
El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro “vuelve a exaltar el golpe del 64 hablando de un hito histórico de evolución. Ignora un régimen marcado por la violencia, la prisión política, la tortura y la muerte”, denunció la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann.
“Nacido de la lucha democrática, el PT repudia el acto vergonzoso”, remarcó.
El líder del partido en el Senado, Paulo Rocha, también repudió la declaración de Braga, uno de los coordinadores de las marchas golpistas organizadas por el Gobierno el pasado 7 de septiembre de 2021 y posible dupla con Bolsonaro como candidato a Vicepresidente en las elecciones de octubre.
“¡Cualquier tipo de elogio a un régimen que mató, torturó, secuestró y acabó con la dignidad de tantos seres humanos, es inaceptable!”, exclamó Rocha en la red social Twitter.
Indicó que “la dictadura tiene que ser recordada con una sola intención: la de no volver a ocurrir. La democracia es el activo más valioso que tenemos”.
La cabeza del PT en la Cámara de Diputados, Reginaldo Lopes, citó el histórico discurso del extinto político y abogado Ulises Guimarães al promulgar la Constitución de 1988.
“Odio y asco a la dictadura”, escribió Lopes e indicó que “hace 58 años se inició un período oscuro, una página desgraciada de nuestra historia, que nos hace luchar cada día para que sea definitivamente una página pasada”.
La Orden de los Abogados de Brasil reafirmó en un mensaje “su compromiso con el Estado de Derecho, con los derechos y garantías individuales, con el modelo federativo, con el voto periódico, secreto y universal, con la separación entre poderes y con la defensa del sistema electoral vigente”.
El senador Humberto Costa se basó asimismo en el contundente discurso de Guimarães. “La dictadura dejó un rastro de sangre y silencio en Brasil”, recordó Costa, quien insistió que “un traidor a la Constitución es un traidor a la patria”.
Brasilia, 1 de abril 2022.
Crónica Digital / Prensa Latina.