El gobierno chileno elogió la baja del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero respecto a enero, pero alertó a obrar con prudencia ante la tendencia de la inflación a aumentar.
Es una buena noticia, subrayó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, aunque explicó que esa reducción abarca productos de precios volátiles que, “si uno los excluye todavía mantenemos una inercia inflacionaria”.
Eso significa -indicó- que persiste el aumento, “por lo cual tenemos que preocuparnos, cumplir con la reducción del gasto en el sector público y central, y realizar lo que competa en cuanto a tasa de política monetaria”.
La autoridad señaló que la baja en febrero del IPC, que sorprendió al mercado y fue la menor variación en ocho meses, restó presión a la unidad de fomento, medida de cuenta reajustable a la inflación usada en Chile.
Todavía mantenemos -precisó- un aumento de precios del orden del siete por ciento a doce meses, es muy importante seguir quitándole presión a eso, para lo cual “debemos cumplir con la ley de Presupuesto”.
Cerda incluyó en esa tendencia al alza las tarifas del trigo y las gasolinas, que “probablemente empiecen a aumentar de forma más abrupta, como efecto de la guerra en Ucrania, que ya se extiende por 12 días.
Santiago de Chile, 8 de marzo 2022
Crónica Digital/PL