La exembajadora norteamericana en Ucrania reconoció ante el Senado que en ese país existen laboratorios de armas biológicas y que Washington tenía conocimiento de ellas.
La subsecretaria de Estado norteamericana, Victoria Nuland, reconoció hoy la existencia de laboratorios en Ucrania donde, según Rusia, Washington desarrollaba un programa de armas biológicas financiado por el Pentágono.
En una audiencia ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado, la funcionaria refutó las acusaciones de Moscú y las calificó como una “clásica técnica rusa para culpar a otros por lo que planean hacer ellos mismos”.
Nuland consideró que las fuerzas rusas podrían intentar tomar el control de esas instalaciones y por eso Estados Unidos trabaja junto a los ucranianos para evitarlo. El gobierno ruso señaló que la Casa Blanca dedicó más de 200 millones de dólares al desarrollo de una red de más de 30 laboratorios biológicos al servicio del Departamento de Defensa del país norteño.
Después del 24 de febrero, cuando Moscú lanzó su operación militar en Ucrania, el régimen de Kiev ordenó la destrucción de forma precipitada de las evidencias de patógenos especialmente peligrosos de peste, ántrax, tularemia, cólera y otras enfermedades mortales, aseveró el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
Lejos de la guerra pero atento a su desarrollo, el gobierno chino por medio del portavoz de Exteriores de la República Popular de China indicó que “EE.UU. tiene 336 laboratorios biológicos en 30 países bajo su control, 26 en Ucrania. Debe rendir cuentas de sus actividades militares biológicas y someterse a una verificación multilateral”. El gobierno de Pekín quiere que se haga pública la información sobre los tipos de virus que se almacenan y las investigaciones que se han llevado a cabo.
Por otro lado, Nuland informó a los legisladores sobre las órdenes dadas a los embajadores estadounidenses para intentar sumar a otros países a las sanciones contra el Kremlin, aunque expertos aseguran que esas medidas punitivas tienen efectos devastadores para la economía global.
Crónica Digital/PL
8 de marzo de 2022