Para Marcela Vera, académica de la Usach, se sitúa a los adultos mayores en torno a la línea de la pobreza y eso no es aceptable. “Quedan desafíos por resolver”, apunta.
El pasado miércoles la Cámara de Diputados despachó el proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU), el que ahora será promulgado por el Presidente Sebastián Piñera.
La iniciativa propone la creación de una pensión de 185 mil pesos para los adultos mayores de 65 años en adelante y que pertenezcan al 90% más vulnerable de la población. En líneas generales, ha contado con el apoyo de todos los sectores políticos.
Para la economista y académica Usach, Marcela Vera, se trata de un instrumento interesante, pero insuficiente en cuanto al monto. “Esto porque sitúa a los adultos mayores en torno a la línea de la pobreza y eso no es aceptable para generar una sociedad articulada con dignidad”, sostuvo.
“En ese sentido, quedan desafíos por resolver, tanto por el poder ejecutivo como también de los parlamentarios para ponerse de acuerdo en transformaciones estructurales que son necesarias para que se generen mejores rentabilidades, cambios en el sistema de inversión y administración del fondo de pensiones, con esos tres ejes es posible generar un sistema provisional que estén a la altura de las necesidades tanto individuales y colectivas del país”, complementó.
Otro de sus reparos es que la Pensión Garantizada Universal no incluye a los que están dentro de la Ley de Reparación. “Hay una deuda histórica con las víctimas de la dictadura”, afirmó.
Respecto a otras maneras para aumentar el pilar solidario, comenta que “eso es posible de forma más directa a través de la ley de presupuesto de todos los años”.