El parlamentario del PPD calificó de “inaceptable” las censuras de las municipalidades de Las Condes y de Viña del Mar “por razones ideológicas” a la Fundación Teatro a Mil y a Puerto de Ideas, respectivamente.
El senador Guido Girardi, presidente de la Comisión Desafíos del Futuro, organizadora de Congreso Futuro, manifestó su preocupación y “más absoluto rechazó” a las censuras “por razones ideológicas” sufridas por la Fundación Teatro a Mil y Puerto de Ideas de parte de los municipios de Las Condes y de Viña del Mar.
“Ese no es el país que debemos construir. Como presidente del Congreso Futuro solidarizo plenamente con ambas instituciones, todos contribuimos para acercar a la ciudadanía al conocimiento y la cultura. La censura a cualquiera de las entidades que promueven las ideas y la diversidad de opiniones lo consideramos también como atentado a nuestra propia libertad”, señaló.
El primer caso ocurrió en la comuna de Las Condes cuando, el 12 de noviembre, el concejo municipal de ese municipio negó el financiamiento a la Fundación Teatro a Mil que tradicionalmente aportaba. Las razones esgrimidas fueron una supuesta “alta ideologización de sus obras” que en este caso eran las obras infantiles Don Quijote de la Mancha y La Dinosauria Pichintún.
El senador señaló que la Fundación Teatro a Mil “se ganó un espacio en el corazón de las y los chilenos por sus presentaciones callejeras, sus espectáculos masivos, traer artistas de renombre mundial y llevar el teatro a los sectores populares y eso es lo que no les gusta a los miembros del Concejo Municipal”.
El parlamentario recordó que “Las Condes siempre ha tenido Concejos mayoritariamente de derecha y siempre aprobaron los aportes… Me preocupa que los más radicales estén imponiendo su criterio por sobre los más democráticos”.
El otro caso es la decisión de la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamontti (RD), de no autorizar la extensión a la ciudad jardín del festival cultural “Puerto de Ideas”, que hace 10 años se efectúa en Valparaíso y Antofagasta, porque sería “financiado por Israel”.
Girardi afirmó que la decisión era “un profundo y grave error, que nos lleva por un peligroso camino” y recordó que el “festival se financia con fondos concursables del Estado chileno y el aporte de empresas privadas”.
Y agregó que la actitud de ambos municipios “eran actos odiosos y discriminatorios, que recuerdan a la dictadura, y que privan a la comunidad el acceso a actividades culturales de alto nivel, a las que difícilmente pueden acceder si no es por la labor de estas instituciones”.