Los militares estadounidenses insisten en que el ataque mediante un avión no tripulado permitió prevenir una amenaza ‘inminente’ para el aeropuerto internacional de Kabul, pero reconocen que pudo conllevar una ‘posible pérdida de vidas inocentes’.
El portavoz del Mando Central de Estados Unidos, Bill Urban, señaló que la destrucción del coche bomba provocó potentes explosiones debido a la presencia de gran cantidad de explosivos en el auto.
La semana pasada, miembros del Estado Islámico de Khorasán (ISIS-K) reivindicaron la autoría de dos explosiones en inmediaciones del aerodromo capitalino llevadas a cabo por dos terroristas suicidas, que tuvo un saldo de 200 muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses, dos británicos y 28 talibanes.
Estados Unidos invadió Afganistán hace 20 años tras los atentados de septiembre de 2001 en Nueva York y debe completar mañana la retirada de sus tropas como parte de un acuerdo con el movimiento Talibán.
Desde el pasado 15 de agosto, cuando los insurgentes talibanes tomaron Kabul, fueron transportadas por aire más de 114 mil personas desde la terminal aérea.
Los fundamentalistas radicales controlan el país centroasiático tras dos décadas de ocupación militar de Estados Unidos y sus aliados, que invadieron la empobrecida nación en supuesta cruzada contra el terrorismo, pero dejan aquí 250 mil muertos y 11 millones de refugiados.
El anterior gobierno talibán, que estuvo en el poder entre 1996 y 2001, tuvo un enfoque fundamentalista extremo y fue desastroso por sus abusos contra las mujeres, las niñas, las minorías étnicas e incluso para la educación.
Kabul, 30 de agosto 2021
Crónica Digital/PL