Las primarias celebradas en Chile este domingo con vistas a las elecciones presidenciales del 21 de noviembre mostraron un triunfo de la izquierda agrupada en la coalición Apruebo Dignidad, que superó ampliamente los votos logrados por la derecha del bloque oficialista Chile Vamos.
Fueron las primarias con mayor participación de las efectuadas en este país, con 3.093.723 votos válidamente emitidos, 6.264 blancos y 41.953 nulos. En las primarias de 2017, en que compitieron el Frente Amplio y Chile Vamos, participaron cerca de 1.8 millones de electores, mientras que en las primarias de 2013 se contabilizaron 3.010.890 votos: en el campo del progresismo en esa ocasión no existía el Frente Amplio y fue la primera en que participó la Nueva Mayoría (los partidos de la Concertación, junto al Partido Comunista, la Izquierda Ciudadana y el MAS), imponiéndose entonces Michelle Bachelet.
La coalición de izquierda, con dos candidatos, logró 1.750.145, mientras que la derecha con cuatro postulantes obtuvo 1.343.578. No sólo la primaria de izquierda superó a la realizada por la derecha en 406.567, sino los dos candidatos de Apruebo Dignidad obtuvieron más preferencias que el más votado de Chile Vamos, Sebastián Sichel, exministro del Gobierno de Sebastián Piñera.
Rompiendo todos los pronósticos de encuestas y analistas políticos, Gabriel Boric, de 35 años y militante del partido Convergencia Socialista, fue elegido candidato en las primarias de Apruebo Dignidad con vistas a las presidenciales de noviembre.
Tras computar el Servicio Electoral el 99,95 por ciento de las mesas de votación, Boric, apoyado por el Frente Amplio, alcanzaba un millón 57 mil 67 votos para el 60,43 por ciento. Su contrincante Daniel Jadue, apoyado por el comando Chile Digno, que reúne al Partido Comunista y la Federación Regionalista Verde Social, entre otros movimientos, lograba 692 mil 578 sufragios para el 39,57 por ciento.
Con todo, la participación en la primaria de la derecha se acercó a los resultados de 2017, cuando el actual Presidente Sebastián Piñera se impuso: en 2017 llegaron a 1.419.705 votos y en la primaria del domingo lograron 1.343.578. Por otro lado, aumentó la participación en las comunas del sector oriente de Santiago, las mismas que en el Plebiscito de 2020 dieron como triunfadora a la opción del Rechazo.
Sichel se impuso con el 49,08%, con 659.416 votos, como el candidato privilegiado desde el actual Gobierno y por parte significativa de la derecha económica, preocupados de salir con un rostro en apariencia no asociado a los partidos históricos del sector, que enfrenta uno de los mayores desplomes de la historia de Chile. Joaquín Lavín, abanderado de la UDI y que se consideraba el favorito, llegó a 31,31% con 420.619; Ignacio Briones de Evopoli registró un 9,82% con 131.881; y Mario Desbordes de RN logró 9,80% con 131.662 votos.
Por primera vez desde la salida de Augusto Pinochet del poder, los partidos más fuertes de la derecha, Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI), se quedaron sin candidato propio a una elección presidencial.
Tras conocerse los resultados, tanto Boric, como Jadue destacaron la necesidad de la unidad de todas las fuerzas partidarias de profundos cambios en Chile para lograr un gobierno que sea capaz de darle protagonismo al pueblo, a la sociedad civil organizada y más poder a las regiones.
Gabriel Boric dejó claro que la coalición Apruebo Dignidad “no es una alianza simplemente electoral, sino forjada en las luchas sociales y en las movilizaciones” desde la revuelta social de octubre de 2019, pero también desde mucho antes. Por su parte, Jadue llamó a sus seguidores a “trabajar sin duda y sin pausa” para que esa plataforma desplace a la derecha del poder y se construya un país que supere el modelo neoliberal.
La cifra de participación en la primaria es notable porque, según las normas legales, solo estaban convocados a las urnas los militantes de los partidos inscritos en las primarias, así como el resto de la ciudadanía sin afiliación alguna.
En cambio, no podrían ejercer el sufragio los afiliados a las formaciones políticas que no inscribieron primarias legales en el Servicio Electoral, entre otros los Partidos Socialista, por la Democracia, Democracia Cristiana, Radical, Progresista, Ciudadanos y Nuevo Trato, que se agruparon en las pasadas elecciones constituyentes en la Lista del Apruebo.
Tampoco participó el Partido Humanista, cuya principal figura, Pamela Jiles, figuraba también como posible carta presidencial.
La Democracia Cristiana pudiera presentar en esa coalición una carta presidencial con la presidenta del Senado, Yasna Provoste, figura respetada en amplios sectores progresistas y que registra buen desempeño en las encuestas, aunque aún no ha tomado una definición. En tanto, el Partido Socialista y el Radical tienen sus propios candidatos, Paula Narváez y Carlos Maldonado, ambos con magro respaldo en los sondeos de opinión.
En cuanto al Partido Republicano, de orientación ultraderechista, lo más probable es que tras el descalabro de las formaciones tradicionales de la derecha, lanzará con celeridad la candidatura de José Antonio Kast, lo cual a la larga pudiera restar fuerzas a Sichel.
No se descarta además que desde la izquierda irrumpa una candidatura impulsada por la denominada Lista del Pueblo, integrada por nombres que emergieron de la revuelta social que se desató el 18 de octubre de 2019, y que ya anunció su interés en presentarse a las presidenciales.
Santiago, 19 de julio 2021
Crónica Digital.