La locura se desató en una Argentina donde muchos en las casas explotaron en lágrimas tras la victoria de su equipo en la Copa América, una hazaña que aguardaron 28 años y llega como un bálsamo. La Argentina de Messi conquistó su decimoquinta Copa América, triunfo por 1–0 que curó todas las heridas.
Fueron inevitables las asociaciones con el “Maracanazo”, término que alude al legendario Estadio Maracaná de Río de Janeiro, que fue escenario de aquella victoria épica de Uruguay 2–1 ante la Canarinha en la final del Mundial de 1950 que dejó desolados a los brasileños.
En la Cumbre del Mercosur realizada el viernes, Jair Bolsonaro pronosticó el resultado del encuentro y le dijo al Presidente de Argentina, Alberto Fernández: “Yo voy a adelantar el resultado. 5 a 0, levanto la mano y digo 5 a 0”. El Mandatario trasandino solo atinó a reírse.
“Diego Maradona baila en el cielo”, repiten por estas horas muchos que desde los balcones y algunos en las calles salieron a disfrutar como si se tratara de la final de un Mundial, sobre todo por ver coronado a un Lionel Messi que ganó por vez primera en un certamen junto a su equipo.
De la ansiedad por un juego electrizante, a un estallido, casi un rugido en Buenos Aires y hasta lo más lejos del sur, en la Patagonia. Así se vivió este momento para muchos histórico. Argentina lo hizo otra vez, es campeón de América y vuelve a mandar junto con Uruguay en el cuadro de honor.
“Gracias mi Argentina querida”, se escuchó casi entre sollozos a una señora en un balcón de un céntrico barrio porteño mientras otra voz potente gritaba a todo pulmón: “Argentina sos grande. Que orgullo”.
El Presidente, Alberto Fernández, y la Vicepresidenta, Cristina Fernández, estuvieron entre los primeros en congratular a la selección por esta gran victoria.
El Mandatario apuntó: “Quiero felicitar y abrazar a nuestro inmenso plantel por llevar al país a lo más alto. El pueblo argentino siempre recordará que, en estos tiempos de dolor, sembraron la ilusión y nos dieron una enorme alegría”. Por su lado, Cristina apuntó: “Vamos Argentina todavía”.
Hubo “Maracanazo” y Messi pudo levantar esa enorme Copa. “Hoy se festeja”, gritaba un porteño a punto del delirio que, con una bandera colgada en el cuello, salió a recorrer las calles junto a amigos.
Muchos de manera espontánea salieron con sus autos y se dirigieron al lugar donde mejor se celebra en esta capital, el Obelisco porteño, que se iluminó con los colores celeste y blanco y donde hubo una especie de vigilia para celebrar en grande. Argentina es campeón y en casa se celebra a lo grande.
En Argentina las emociones están a flor de piel y cientos de celebridades festejaron el momento, entre ellos otros que llenaron de gloria al país vistiendo la camiseta como el gran Javier Mascherano, quien mostró su felicidad en la red social Twitter. “Porque siempre vale la pena intentarlo. Campeones de América. Felicitaciones a todos por habernos dado esta alegría inmensa. Son gigantes”, escribió.
A sus 43 años, el exfutbolista argentino Lionel Scaloni conquistó su primera victoria como director técnico de la selección de la mano de otro Lionel, el gran Messi, y un equipo al que supo guiar bien.
Con una enorme responsabilidad bajo sus espaldas e infaltables presiones de esos críticos ácidos que vapulearon a la albiceleste, Scaloni se mantuvo sereno desde el otro lado del terreno, comandando a sus muchachos, corrió de un lado a otro, hizo tres cambios a última hora y logró lo que todos esperaban: coronar a Argentina en la Copa América.
“Fue una Copa América muy difícil. Por suerte se nos pudo dar. Estoy convencido de que cualquier entrenador en mi posición hubiera hecho el recambio generacional. Estos chicos dejan todo cada vez que salen a jugar un partido”, expresó el DT, quien fue captado por las cámaras envuelto en lágrimas fundido en un gran abrazo con Messi.
Otro emocionado en esta jornada en el estadio Maracaná tras el triunfo ante Brasil fue Ángel Di María, el autor del golazo que le valió el título a la celeste y blanca. El fideo, como lo llaman algunos cariñosamente, estaba encendido en la cancha y apuntó que todavía no puede llorar porque no se lo cree.
“Esta es la revancha que no pudiste jugar, la de Chile, la del mismo Mundial acá”, le dijo Messi a Di María. “Todavía no puedo llorar, no termino de caer. Soñamos, peleamos tanto por lograr esto. Mucha gente decía que no volvamos, pero nos seguimos dando la cabeza contra la pared y hoy se rompió la racha”, expresó el jugador.
Emocionado también, el arquero Damián Emiliano Martínez, héroe que llevó a la semifinal en penales a su selección en un juego contra Colombia, destacó que no había palabras para explicar este momento.
“Era un sueño que tenía de chico. Me fui al Arsenal con 17 años en busca de una vida mejor para mi familia. Y después de mucho esfuerzo, llegó este momento, este Maracanazo”, dijo.
Con información de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Buenos Aires, 11 de julio de 2021.
Crónica Digital.