Por Rafael Calcines Armas
Chile cierra hoy una convulsa semana que hizo temblar los cimientos de los partidos políticos de la derecha y la socialdemocracia como resultado de los comicios del domingo último.
Esas megaelecciones tuvieron resultados imprevistos para el gobierno de Sebastián Piñera, el mundo político en general, los expertos en temas electorales y hasta las encuestas.
Las urnas dieron una preferencia contundente a las fuerzas del cambio encabezadas por la izquierda y los movimientos sociales, a tono con las demandas de la revuelta popular de octubre de 2019, y reiteradas en el plebiscito del año siguiente por una nueva Constitución.
El propio presidente Sebastián Piñera lo reconoció aún antes de conocerse los resultados, al expresar que “no estamos sintonizados con la ciudadanía y estamos siendo interpelados”.
Así, en la decisiva elección de Constituyentes, la derecha, aunque llevó una lista unitaria, quedó lejos de obtener un tercio de los 155 escaños de la Convención Constitucional como esperaba, lo cual le impedirá ejercer el veto.
Pero además perdió la jefatura en importantes regiones del país y alcaldías emblemáticas.
Los partidos centristas de la exConcertación mantuvieron importantes espacios en regiones y alcaldías, pero se hundieron en la Constituyente, en especial la Democracia Cristiana (DC) y el Partido por la Democracia (PPD) aunque los socialistas salieron mejor parados.
La profundidad de la crisis se pudo apreciar el miércoles cuando el Servicio Electoral cerraba el plazo de inscripción de candidatos para las primarias con vistas a las elecciones presidenciales de noviembre.
En esa jornada marcada por búsquedas de acuerdos, encontronazos y la salida de competencia de varios candidatos, finalmente solo quedaron inscritas dos listas para primarias.
Una de ellas es la integrada por el Partido Comunista, la Federación Regionalista Verde Social y las fuerzas reunidas en el Frente Amplio, y la otra por la coalición de derecha Chile Vamos, con Renovación Democrática, Unión Demócrata Independiente, Evolución Política y un “independiente”.
Esa jornada sobresalió por las respectivas renuncias de la candidata de la DC, Ximena
Rincón, y Heraldo Muñoz, por el PPD, mientras que la posibilidad de que la candidata socialista Paula Narváez se uniera a una primaria con los comunistas y el Frente Amplio se frustró a última hora.
Como resultado, la llamada Unidad Constituyente sufrió un cisma cuyas consecuencias inmediatas fueron un distanciamiento entre socialistas y demócratacristianos, y que todos sus integrantes quedaran fuera de las primarias legales para los comicios por la presidencia.
Y aunque las recriminaciones mutuas de la oposición camuflaron un tanto los problemas en la derecha, esta tampoco estuvo ajena a las críticas entre partidos y “el fuego amigo” contra el gobierno por su responsabilidad en los pésimos resultados de las megaelecciones.
Santiago de Chile, 22 de mayo 2021
Crónica Digital/PL