El cuerpo de Carabineros de Chile suma hoy críticas y sospechas al reportarse en distintos lugares del país la muerte de tres personas en menos de una semana, todas en medio de procedimientos policiales.
El hecho más notorio, que generó una ola de protestas en el país, fue la muerte el viernes último del malabarista callejero Francisco Martínez, en la comuna de Panguipulli, en la sureña región de Los Ríos, quien durante un control rutinario de identidad, fue baleado por un carabinero, quien le hizo seis disparos.
El policía fue detenido y formalizado el lunes por un tribunal de la localidad que dispuso prisión domiciliaria total, y aunque la parte acusadora reclamaba prisión preventiva y apeló el fallo, este miércoles un tribunal de apelaciones puso en libertad al uniformado, solo con arraigo nacional.
En la vista todas las partes reconocieron que la actuación del carabinero fue excesiva, puesto que los tres primeros disparos bastaron para que la víctima cayera al suelo, y aun así recibió otros tres hasta morir.
Este hecho llevó de nuevo al debate nacional la exigencia de amplios sectores para que el gobierno realice una profunda reforma o incluso una refundación de la institución policial, fuertemente cuestionada por sus reiteradas violaciones de los derechos humanos, sobre todo tras la revuelta popular iniciada en octubre de 2019.
Aunque los problemas vienen desde tiempo atrás, pues ya Carabineros enfrentó una seria crisis interna luego del asesinato del joven Camilo Catrillanca el 14 de noviembre de 2018.
Y antes, incluso, por escándalos debido a millonarios desfalcos y por el caso Huracán, en el cual se descubrió el proceder fraudulento para acusar de terrorismo a líderes mapuches.
Pero en estos días, a lo ocurrido en Panguipulli se sumó apenas 48 horas después el caso de Camilo Miyaki, un joven detenido en la 51 comisaría de la comuna de Pedro Aguirre Cerda por violar normas sanitarias por la COVID–19 durante el toque de queda, y que apareció muerto en su celda, según la versión oficial porque se suicidó.
La familia del joven rechazó el argumento de las autoridades, al aludir que el fallecido no tenía motivo alguno para atentar contra su vida.
Las dudas sobre lo ocurrido se multiplicaron tras conocerse que Miyaki apareció colgado en el único lugar de la celda que no pueden captar las cámaras de seguridad, y con una frazada que le proporcionaron en la comisaría, gesto nada usual con los presos en los calabozos y menos en pleno verano.
Por si fuera poco, Carabineros confirmó el inicio de una investigación interna por el hallazgo del cadáver de un ciudadano boliviano de 20 años en las afueras del edificio del Servicio Médico Legal, en la ciudad de Calama.
Según reportó el Diario de Antofagasta, dos carabineros habrían abandonado allí al joven, gravemente herido por causas pendientes de esclarecer, y que murió antes de recibir atención médica.
En declaraciones a la prensa, el general Luis Aguilera, jefe de Zona de Carabineros en Antofagasta, confirmó el inicio de la pesquisa contra los dos uniformados, los que fueron puestos a disposición de la Fiscalía, para aclarar las circunstancias de los hechos y “determinar eventuales responsabilidades”, expresó.
Por Rafael Calcines Armas. El autor es corresponsal de la Agencia Informativa Prensa Latina.
Santiago, 11 de febrero 2021.
Crónica Digital / PL.