Ahora el propósito es estudiar más a fondo las cepas y entender sus posibles implicaciones para los inmunizantes de factura nacional.
‘La actual generación de vacunas por sí solas no son suficientes para detener el virus completamente, pues la mutación se mantiene como un desafío a largo plazo’, precisó el intelectual al diario Global Times, aunque aseguró que ello no significa ineficacia total de los medicamentos.
Shao precisó que en el peor escenario, los preparados chinos pueden optimizarse en solo dos meses, pues los fabricantes solo necesitarán reemplazar el virus sembrado antes por una muestra del mutado.
La nación asiática tiene 15 medicamentos en distintas etapas de ensayo, los cuatro más avanzados los aplica como parte de un programa de uso emergente y ya inoculó a más de 15 millones de ciudadanos desde julio pasado.
Su plan es proteger a un total de 50 millones antes del 12 de febrero próximo y luego continuará de forma escalonada con el resto de la población en un esfuerzo por conseguir la inmunidad de rebaño y enfrentar los crecientes rebrotes de Covid-19, con mayoría de casos autóctonos.
El Grupo Biotecnológico Nacional, una subsidiaria de Sinopharm, incluso reveló que solicitará a los reguladores autorizar el uso emergente de su producto en individuos de tres a 17 años de edad.
Aparte de acelerar la distribución doméstica, China tiene acuerdos con casi una veintena de países del mundo para suministrar sus vacunas y solicitó a la Organización Mundial de la Salud incorporar las de de Sinovac, Sinopharm y CanSinoBio al programa Covax.
Beijing, 26 enero 2021
Crónica Digital/PL