Dr. César Olivares Formas
El Reglamento de Autorización de Licencias Médicas -que data de 1984- ha sido modificado y, a partir del 1 de enero s obligatoria la emisión electrónica de dichas licencias, lo cual ha generado serios problemas tanto a institucione como a profesionales de la salud.
Estas dificultades están relacionadas, básicamente con las deficientes capacidades tecnológicas tanto de lo proveedores del sistema (sólo dos y privados), como de las instituciones de salud, tanto estatales como privadas, la que genera fallas constantes en el sistema, que se acentúan más en las postas rurales y/o zonas alejadas de territorio nacional.
Ante esta situación, la respuesta de las empresas proveedoras del sistema no sólo ha sido lenta, sino también, en muchos caso, nula, pues los profesionales que han solicitado adscribirse a este servicio reciben una comunicación automática de: “nuestros ejecutivos de venta se comunicarán contigo a la brevedad” y esa comunicación nunca llega Otro de los obstáculos con que se encuentran, tanto los profesionales como las instituciones, están asociados a la bases de datos que contienen las huellas digitales, tanto de ellos como de los pacientes y unido a esto problemas, se reportan además inconvenientes con la compatibilidad con los sistemas operativos, como el de Macintosh así como los de los sistemas de salud de la Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad ya que no está incorporados a esta modalidad de emisión.
Un ejemplo de proceso de informatización exitoso, es el sistema de “Digitalización de Recetas” que, sin dudas, ha facilitado la prescripción de medicamentos en tiempos de pandemia, que incluye hasta los psicotrópicos estupefacientes, incorporando las tecnologías adecuadas para compatibilizar a los diferentes actores involucrado tales como: médicos prescriptores, usuarios y químicos farmacéuticos, bastando una conexión a internet, Clave Única y la inscripción de éstos en el Registro Nacional de Prestadores Individuales de la Superintendencia de Salud.
Esta experiencia, sin embargo, no ha sido tomada en cuenta en la modificación para hacer obligatoria la emisión de la licencia electrónica pues, no cabe duda de que, para que el sistema funcione, deben estar incorporados todos lo actores involucrados, siendo los empleadores, pieza clave en este engranaje.
Esta deficiencia se manifiesta claramente en el siguiente análisis:
Si el empleador no está “informatizado” (adscrito al sistema), la licencia es emitida electrónicamente pero con copia en papel, enviada por correo electrónico, para luego, en las contralorías, ser transformada en electrónic nuevamente. Estas licencias son catalogadas con el eufemismo y anglicismo de “semifull”, cuando su traducción perfectamente válida en español es: licencia electrónica de papel.
A pesar de todos los problemas señalados, esta modificación es de obligatorio cumplimiento para los emisores entonces: ¿Por qué no es de obligatorio cumplimiento para todos los participantes del sistema?
El resultado de estas decisiones apresuradas y sin ningún sustento tecnológico y adecuado desarrollo de infraestructuras y servicios que permitan su aplicación eficiente y ordenada, ha generado que se siga usando l licencia de papel, hasta tanto sean solucionados los problemas mencionados. Para ello se proporcionará un talonario anual a cada profesional que se enfrente a las fallas del sistema, incluido, y que ya se ha señalado, la dificultad con la huella dactilar y otras excepciones.
Nuevamente estamos frente a una decisión absurda en tiempos de pandemia, que mantiene y perpetúa la alternativa frente a lo dispuesto legalmente, por la improvisación y falta de una estrategia que incorpore a todo los involucrados en el sistema.
Cabe entonces preguntarse:
¿Por qué si, según las autoridades responsables de este tema y las estadísticas presentadas demuestran que l emisión electrónica ha aumentado año a año, llegando el 2020 a 5.300.592, ahora se hace obligatoria esta form de emisión a pesar de ser la forma mayoritaria de emisión?
Es obligatorio entonces emitir licencias tanto electrónicas como de papel, o sea, estamos sencillamente frente a un papelón electrónico.
Por Cesar Olivares
Médico
Santiago, 25 enero de 2021
Crónica Digital