El estudio ‘Chile Gota a Gota: pandemia, desafíos y percepciones de la crisis hídrica’, patrocinado por Greenpeace Chile, refleja que el acceso al agua es considerado entre los principales elementos necesarios para llevar una vida digna, además de salud, vivienda, alimentos, educación y empleo.
El sondeo de la organización ambientalista analizó la problemática del agua durante el segundo semestre de este año, consultando a poco más de mil personas en todo el país, con el objetivo de conocer las principales preocupaciones relacionadas a la crisis que padece esta nación en relación con este recurso indispensable para la vida.
La encuesta también arrojó que el 88 por ciento de los entrevistados considera la actual falta del líquido vital como una desigualdad social inaceptable y ese mismo porcentaje señaló que la distribución del recurso no es equitativa.
Matías Asun, director de Greenpeace Chile, consideró que esos resultados demuestran que la privatización de facto del agua, en manos de unos pocos, es una injusticia que debe revertirse de forma urgente en la nueva Constitución, y en cada encuesta este tema siempre aparece como demanda, recordó.
Añadió que ‘no hemos visto en las autoridades ganas de abordar el asunto seriamente, para discutir sobre la propiedad de este bien común, que vuelva a ser un derecho y cumpla su función social, permitiendo una vida digna y la protección del medioambiente’.
Sobre la distribución de éste recurso en medio de la Covid-19, el 81 por ciento dijo que el gobierno debe entregar como mínimo 100 litros de agua al día, el doble de lo que actualmente se distribuye en regiones como Valparaíso y las comunas afectadas por la crisis hídrica.
Asimismo 88 de cada 100 creen que la falta del recurso vital los afectará en un futuro cercano y casi la mitad opina que el racionamiento del líquido en las grandes ciudades comenzará dentro de uno a cinco años.
Igualmente, para el 93 por ciento este tema debiera ser tratado como un asunto prioritario para el país.
Asun agregó que Chile tiene agua ‘pero está en manos de unos pocos que especulan y lucran con ella, mientras miles viven sin suministro, los bosques se secan y los animales mueren de sed’.
‘El agua debe ser un derecho constitucionalmente consagrado para vivir vidas dignas en un medio ambiente sano, y la constitución primero y las leyes luego, deben estar alineadas con esa prioridad’, subrayó.
Santiago de Chile, 16 de diciembre 2020
Crónica Digital/PL