Christian Coleman desencadenó el enésimo terremoto dentro de la velocidad mundial. El estadounidense fue sancionado por saltarse tres controles antidopaje y no podrá volver a competir hasta el 14 de mayo de 2022, lo que se traduce como un drástico giro de timón en la travesía del considerado sucesor del excepcional jamaicano UsainBolt.
El acontecimiento vuelve a empañar una modalidad que a lo largo de la historia ha sido sinónimo de innovación al servicio del espectáculo, aunque las señales recientes emiten claros síntomas de contaminación, con varias de sus principales figuras cubiertas de un sinfín de cuestionamientos.
No se trata de desmontar la dramaturgia del súper espectáculo de este deporte, pero existen datos ‘cuasi’ irrefutables, y uno de ellos revela que solo dos hombres de la lista de los 10 más rápidos de todos los tiempos tienen hojas de servicios pulcras, sin muestras positivas o sospechas de dopaje.
Solo el recordista Bolt (9.58 segundos) y el trinitario Richard Thompson (9.82) están lejos de los reflectores, mientras el norteamericano Maurice Greene (9.79), otrora dominador del hectómetro, sí enfrentó cargos en su contra, mas nunca llegó a ser suspendido.
En cambio, el panorama resultó diferente para los también jamaicanos Yohan Blake (9.69), Asafa Powell (9.72) y Nesta Carter (9.78), sancionados en 2009, 2013 y 2017, en ese orden, mientras su compatriota Steve Mullings (9.80) tuvo castigos en un par de ocasiones, en 2004 y 2011.
Una situación similar vivió en 2013 el estadounidense Tyson Gay (9.69), al tiempo que su connacional Justin Gatlin (9.74), mediático como pocos, todavía en activo y entre los favoritos rumbo a la lid de Tokio, fue sorprendido en los años 2001 y 2006.
Tales antecedentes desnudan algo chocante: el 70 por ciento de los principales bólidos de siempre vivieron bajo la sombra de la mentira, y el contexto de Coleman (9.76) muestra las manchas de una modalidad marcada por los egos y las necesidades de ser cada día más veloz, incluso a golpe de trampas a modo de nitrógeno, cuando los cuerpos y las aptitudes dicen basta.
(Tomado de Orbe)
La Habana, 29 noviembre 2020
Crónica Digital/PL