El rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano expresó que ante la arremetida en contra de las causas de derechos humanos durante el estallido social, es más importante que nunca el apoyo social a la fiscal Chong y a las causas que investigan las violaciones a los derechos humanos cometidas por Carabineros.
Este 28 de noviembre está de cumpleaños Gustavo Gatica, quien perdió la visión de sus dos ojos producto de balines disparados por Carabineros en el contexto de la revuelta social.
El joven de 23 años ha pasado a ser un símbolo del estallido y de las víctimas de traumas oculares que se produjeron por centenas durante los meses más álgidos del conflicto.
Su caso ha generado polémica. En los últimos días, la defensa de Santiago Saldivia, el carabinero que cegó a Gatica, ha acusado “falta de imparcialidad” por parte de la Fiscalía, sobre todo por parte de la fiscal Ximena Chong.
Al respecto, Radio y Diario Universidad de Chile dialogó con Álvaro Ramis, rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, institución donde estudia Gustavo Gatica.
Ramis expresó que ante esta arremetida es más importante que nunca el apoyo social a la fiscal Chong y a las causas que investigan las violaciones a los derechos humanos cometidas por Carabineros.
“La fiscal Chong ha sido víctima de expresiones indebidas, incluso, podemos calificarlas de terroristas, y ella es la fiscal que lleva el estudio de la causa de Gustavo. Entonces es evidente que aquí hay un momento, una situación donde es importante el apoyo social a estas causas de violaciones a los derechos humanos, donde hay muchas víctimas de la violencia policial durante la revuelta”.
En cuanto al estado anímico de Gustavo Gatica, Ramis sostuvo que se encuentra con mucho ánimo para seguir adelante con su proceso de integración social. “Él está con mucho ánimo, con mucha energía, muy dispuesto, rehabilitando muchas áreas de su integración social, pues tiene que reestablecer una serie de hábitos cotidianos, posibilidades de aprendizaje”.
“Gustavo Gatica tiene esta capacidad de sobreponerse y hacer de eso un elemento de denuncia de la situación de violaciones a los derechos humanos que creemos que han sido sistemáticas durante todo este año y que se mantienen hasta la fecha”, añadió.
La Casa Arrau, sede de Música de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, acoge por estos días a diversos familiares de los presos de la revuelta social, quienes se encuentran realizando un ayuno como medida de presión para la liberación de sus seres queridos.
Al respecto, Ramis explicó que con la medida se busca ejercer presión a las autoridades.
“El ayuno demanda eso, que todos y todas las presas políticas del estallido se les entregue una solución integral a su situación partiendo por los menores de edad. Debemos considerar que hay un número importante de menores de 18 años que están con medidas cautelares y con restricciones de desplazamiento, con distintas situaciones que son muy vulneradoras de las personas sometidas a estos procesos”.
Además, el teólogo de profesión se refirió a la situación de los cientos de jóvenes presos de la revuelta.
“Los jóvenes han permanecido en prisión durante todo este periodo, muchos de ellos completando un año de prisión, en condiciones de ensañamiento jurídico, donde las garantías han sido bastante cuestionables, donde los procedimientos han sido vulnerados, por lo tanto, es una situación que amerita una solución política”.
“El ensañamiento con los presos es una continuidad lógica de personas que han sido enjuiciadas por causales que son, evidentemente, absurdas. Situaciones en las cuales un manifestante arroja una piedra a un carabinero y luego es acusado de intento de homicidio, acusación absolutamente esquizofrénica. Nadie puede entenderlo en su sano juicio”, añadió.
En ese sentido, el rector de la Academia de Humanismo Cristiano sostuvo que desde el 18 de octubre del 2019 a la fecha ha habido un retroceso en cuanto a medidas represivas del Estado con el fin de frenar cualquier indicio de protesta.
“Creo que ha habido un retroceso. Desde el 18 de octubre el Gobierno se decide a aplicar el estado de sitio y, a partir de ahí, una serie de medidas represivas absolutamente abusivas que han tratado de desinstalar los mecanismos de rebelión social por medio de las formas más brutales de represión. Hay muertes sin aclarar, muertes que están impunes”.
Además, según Ramis, el manejo de la Justicia al respecto no hace más que aumentar el descontento de la gente, sobre todo con situaciones tan discriminatorias como lo sucedido con el grupo ultraderechista que amenazó a la fiscal Ximena Chong, pues ellos –excepto el dueño de la UZI- quedaron libres, mientras que los manifestantes de la revuelta siguen tras las rejas.
“Esto, al mismo tiempo de la liberación de personas que tienen armas de grueso calibre, de armas de guerra, y que están en su casa firmando mensualmente. Esta asimetría es la que engendra esta odiosidad social, y se está incubando nuevas formas de violencia callejera que seguirán explotando debido a la arbitrariedad de la autoridad”, finalizó.
Texto tomado de radio universidad de Chile.
Santiago de Chile, 29 de noviembre 2020
Crónica Digital/radio.uchile.cl