La mandataria golpista de Bolivia, Jeanine Áñez, quien entregará el mando este domingo al presidente electo Luis Arce, es ahora una figura sin partido ni aliados, y a punto de un juicio.
Tras casi un año de gobierno, y luego de estar “envuelta en apoyo” de los líderes opositores al entonces gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), Añez ya no cuenta con el respaldo del movimiento cívico cruceño, mientras tendrá que responder por crímenes y por haber dictado resoluciones anticonstitucionales, comentan expertos.
Ella podría ser procesada por incumplimiento de deberes, genocidio, asesinato, lesiones graves, lesión seguida de muerte, asociación delictuosa, privación de libertad y desaparición forzada de personas, según recomendación de un informe aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento).
De ser una senadora por el departamento de Beni, prácticamente desconocida, el 12 de noviembre de 2019, tras el golpe de Estado al presidente Evo Morales, llegó al Palacio de Gobierno en brazos del movimiento cívico cruceño y flanqueada por su partido Demócratas. Fue incluso reconocida por varios gobiernos, pero las circunstancias cambiaron en forma radical, coinciden expertos.
Pasaron a ser parte de su gabinete como ministro de Gobierno, Arturo Murillo, y Yerko Núñez inicialmente como titular de Obras Públicas y posteriormente como cabeza de la cartera de la Presidencia, mientras que Óscar Ortiz se mantuvo en principio en la Asamblea.
Pero hoy, tanto Murillo como Núñez están incluidos en el juicio de responsabilidades y la Fiscalía emitió ayer órdenes de arraigo para que ninguno de los dos pueda salir del país.
Ambos deben responder a una investigación sobre la compra a sobreprecio de armas no letales para la policía y el ejército, y además pesan sobre ellos acusaciones aún sin tramitar de abuso de poder, persecución política, y actos de represión con víctimas mortales como las conocidas masacres de Senkata y Sacaba.
Asimismo, varios ministros del gobierno de facto de Bolivia ya renunciaron a sus cargos y abandonaron a la mandataria Jeanine Áñez. Los titulares de Economía, Branko Marinkovic, y de Obras Públicas, Iván Arias, presentaron sus cartas de renuncia a Áñez, según reportó la agencia de noticias Fides.
Además, la viceministra de Comunicación, Isabel Fernández, también dimitió y abandonó el barco del gobierno golpista.
Casi un año después del golpe, el MAS, con Arce a la cabeza, recuperó el control del país tras imponerse inobjetablemente en las elecciones del pasado 18 de octubre, con más del 55 por ciento de los votos.
Arce tomará posesión del Gobierno boliviano el domingo y analistas políticos aseguran que altos dirigentes del entorno de Áñez intentarán escapar del país.
La Paz, 7 de noviembre 2020.
Crónica Digital / Prensa Latina.