Por Rafael Calcines Armas
La profunda crisis que afecta a Carabineros de Chile estuvo latente en algunos de los acontecimientos más importantes del país en la semana que finaliza, incluyendo el pase a retiro de 12 generales.
Este viernes el gobierno despidió a esos altos oficiales, según se informó, como parte de cambios en el alto mando de la institución con vistas al 2021, pero el general director de Carabineros, Mario Rozas, cuestionado por amplios sectores políticos y sociales que han exigido su renuncia o destitución, seguirá en su cargo.
Al referirse a esos cambios, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, señaló que el nuevo Alto Mando tendrá la responsabilidad de llevar adelante la reforma de la institución, aunque para muchos esta ya es insuficiente y aumentan las voces que exigen una “refundación” de Carabineros e incluso la creación de una nueva policía.
También los problemas de cuerpo policial fueron motivo de una acusación constitucional aprobada el martes por mayoría en la Cámara de Diputados contra el entonces ministro del Interior, Víctor Pérez, entre otras causas por su responsabilidad en la extrema violencia de los uniformados contra las manifestaciones tras el estallido social de octubre de 2019.
La medida disciplinaria contra Pérez, quien llevaba poco más de 90 días en esa responsabilidad, fue catapultada luego que un joven resultara gravemente herido al ser empujado desde un puente al rio Mapocho por un carabinero, el pasado 2 de octubre.
Como resultado de esa acusación, el ministro fue cesado temporalmente en su cargo, pero menos de una hora más tarde presentó su renuncia, lo que sorprendió a muchos que vieron ese gesto como evidencia de la precipitación de otra crisis en el gobierno.
Sin embargo, luego trascendió que desde el lunes ya La Moneda manejaba la renuncia de Pérez ante la inminencia de que la acusación de las fuerzas opositoras saliera adelante, tal como ocurrió.
El Miércoles, el presidente Sebastián Piñera nombró a su cuarto ministro del Interior en poco más de un año, lo que no ha dejado de generar reacciones encontradas sobre la posibilidad de que el nuevo titular pueda sortear los fracasos de sus predecesores.
Piñera sorprendió al designar a Rodrigo Delgado, hasta ese momento alcalde del municipio capitalino de Estación Central, al frente de la cartera más importante dentro de su gabinete.
Precisamente, una de las principales tareas que tendrá Delgado en lo inmediato será la reforma de carabineros, según dijo el propio Piñera en la ceremonia de investidura del cargo, una encomienda en la cual poco o nada hicieron sus tres predecesores.
Lo que en esa dirección haga o pretenda hacer el flamante ministro es una incógnita y como advirtiera el concejal comunista Felipe Zabala, conocedor de la gestión de Delgado en la alcaldía, por más joven, jovial y amplio que sea presentado ante la opinión pública, “no deja de tener la estampa de militante de la derecha más recalcitrante”.
Zabala y representantes de otros sectores políticos coincidieron en esperar que el nuevo ministro no siga el camino de su antecesor, porque eso significaría mantener “las políticas y acciones que son la esencia de la represión en Chile“.
Santiago de Chile, 7 de noviembre 2020
Crónica Digital/PL