Dicho cambio en el virus no afectará la efectividad de las vacunas desarrolladas con base al material de la cepa D.
A principios de la pandemia de la Covid-19 la forma dominante del virus era la que se denominó como la cepa D.
Sin embargo, pronto surgió una mutación en una posición específica de la proteína del pico del virus llamada posición 614.
La misma consiste en que un aminoácido aspartato (D, por la letra de su denominación) se convierte en glicina (G), por lo que la nueva versión del virus se llama D614G.
A principios de marzo, la mutación G representó una cuarta parte de todos los casos, mientras que en mayo constituía más del 70 por ciento y se estima que supera el 85, precisa un artículo publicado en el Daily Mail.
El virus con la mutación tiende a transmitirse más rápido porque la selección natural favorece a las cepas que se transmiten con mayor facilidad.
La cepa G es más infecciosa porque aumenta la carga viral en el tracto respiratorio superior de los pacientes con la Covid-19.
Londres, 4 noviembre 2020
Crónica Digital/PL