Assange presenta una predisposición genética a la depresión clínica, y varios miembros de su familia han cometido suicidio, afirmó el especialista.
De acuerdo con Kopelman, su inminente extradición a Estados Unidos, o la extradición como tal, haría que atente contra su vida.
Al pedirle que hiciera una predicción matemática del riesgo de suicidio que enfrentaría Assange, el psiquiatra aclaró que lo único que podía decir era que en este caso existe una gran cantidad de factores.
Al respecto, dijo que su paciente sufre de alucinaciones auditivas y de trastornos del espectro autista.
Al inicio de la vista oral que se desarrolla en el tribunal londinense conocido como Old Bailey, por la calle donde se encuentra, el abogado de la defensa Edward Fitzgerald pidió discreción a los periodistas que cubren el juicio por vía remota.
El Departamento de Justicia norteamericano pretende enjuiciar al ciberactivista bajo 17 cargos de espionaje y uno de piratería informática, que en total conllevan una sentencia a 175 años de cárcel, por la publicación en el portal WikiLeaks de miles de archivos secretos, entre ellos varios que confirman crímenes cometidos por el Ejército estadounidenses en Iraq y Afganistán.
El proceso de extradición de Assange, quien se encuentra confinado en una prisión británica de máxima seguridad desde su arresto en la embajada de Ecuador en abril de 2019, se reanudó el 7 de septiembre pasado, luego de una demora de varios meses debido a la pandemia de Covid-19.
Al igual que en la primera parte del proceso celebrado en febrero pasado, el fundador de WikiLeaks asiste al proceso en su contra desde un cubículo encristalado al fondo de la sala, custodiado por dos guardias de seguridad, y sin tener contacto directo con sus abogados.
El equipo de defensa, cuyos testigos anteriores declararon que Assange tomó medidas para evitar poner en peligro la vida de los informantes mencionados en los archivos publicados, dedicará los próximos tres días a presentar evidencias sobre el estado mental y la salud de su cliente.
La ley de extradición del Reino Unido estipula que una persona con problemas mentales o físicos no puede ser extraditada a otro país si se cree que ese acto sería injusto u opresivo para el detenido.
Londres, 22 de septiembre 2020
Crónica Digital/PL