Por absurdo y derrotista que pueda parecer, y aún en momentos en que celebramos este debate, la UE no ha quitado ese revolver la mesa, aseveró Johnson, en alusión a las estancadas conversaciones post-Brexit.
El primer ministro presentó la semana pasada en la Cámara de los Comunes una propuesta, que según dijo, busca proteger los puestos de trabajo y el crecimiento económico del Reino Unido, y garantizar la fluidez del comercio en todo el territorio nacional, una vez que concluya el periodo de transición de 11 meses que entró en vigor tras la salida de Londres de la UE el 31 de enero pasado.
La propuesta viola, sin embargo, el derecho internacional, según admitió el propio gobierno británico, al pretender cambiar de forma unilateral los acuerdos ya rubricados sobre los chequeos aduanales para las mercancías que entren a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña, y la ayuda estatal a las empresas que hacen negocios en ese territorio perteneciente al Reino Unido.
Para la UE, ya de por sí molesta con la intransigencia británica a aceptar sus peticiones sobre las cuotas pesquera y las regulaciones que evitarían la competencia desleal en la era post-Brexit, el proyecto de ley viola la letra del tratado de retirada, por lo que acusó a Londres de minar la confianza entre ambos, y dio de plazo hasta finales de este mes para retractarse.
Para Johnson, sin embargo, esas advertencias son una señal de que el bloque europeo pretende hacer una interpretación extrema del protocolo para Irlanda del Norte, e imponer aranceles aduaneros dentro del territorio británico, y dividir el Reino Unido.
Nosotros no podemos imaginar una situación en la que las líneas fronterizas de nuestro país sean dictadas por una potencia extranjera o una organización internacional. Ningún primer ministro británico, ningún gobierno, ningún parlamento podría aceptar tal imposición, advirtió.
El parlamentario laborista Ed Milliban, quien tomó la palabra en lugar del líder de la oposición, Keir Starmer, no se dejó llevar por la retórica chovinista del gobernante, y lo acusó de incompetente, y de practicar el ‘gamberrismo legislativo’, por pretender cambiar de forma unilateral un tratado internacional.
No entiendo esto. Firmó un acuerdo, su acuerdo, el que dijo que protegería al pueblo de Irlanda del Norte
La primera votación del proyecto de ley está prevista para última hora de este lunes, pero a pesar de que el gobernante Partido Conservador cuenta con una mayoría de más de 80 diputados, muchos correligionarios de Johnson en el Parlamento han anunciado que no apoyarán la propuesta, por considerar que dañaría la reputación y la credibilidad internacional del Reino Unido.
Londres, 14 de septiembre 2020
Crónica Digital/PL