Por Rafael Calcines Armas
Los numerosos actos por el 47 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 fueron el colofón de la semana en Chile, donde Salvador Allende y la Unidad Popular estuvieron muy presentes.
La luctuosa fecha fue recordada en esta ocasión en condiciones peculiares, por las restricciones impuestas por las medidas sanitarias en el país a consecuencia de la pandemia de Covid-19, que esta semana cierra en Chile con más de 430 mil infectados desde marzo y cerca de 12 mil fallecidos.
Pero la crisis sanitaria no impidió a miles de chilenos conmemorar el día en que se interrumpió el singular proceso democrático de la Unidad Popular, encabezado por el presidente socialista Salvador Allende, que esa mañana se inmoló en el palacio de La Moneda, antes que ceder su mandato a las fuerzas golpistas.
Desde temprano comenzaron los actos con la colocación de ofrendas florales en el monumento al presidente Salvador Allende frente al palacio de La Moneda y junto a la puerta de la calle Morandé por donde Allende acostumbraba acceder a sus oficinas en la casa de gobierno.
Representantes de los partidos de oposición, así como de sindicatos y organizaciones sociales y de familiares de detenidos desaparecidos y de ejecutados políticos, acudieron a rendirle homenaje al presidente mártir.
Igualmente, cientos de personas fueron en peregrinación hasta el memorial a las víctimas de la dictadura, en marcha que partió desde la plaza de Los Héroes portando en la cabecera un gran lienzo negro con la consigna “Yo no olvido, exijo justicia” y con muchos de los asistentes llevando fotos de los miles de asesinados durante el golpe y en años posteriores.
En paralelo, desde La Moneda, el presidente Sebastián Piñera en un breve discurso admitió que el golpe de estado rompió con la democracia en el país e impuso un régimen militar por 17 años cuyas consecuencias -dijo- todavía hoy mantienen dividido a Chile.
Pero mientras para muchos recordar es necesario para que no se vuelvan a repetir hechos semejantes, el mandatario llamó a olvidar los rencores “que tanto daño nos causaron en el pasado”, y pensar en el futuro.
En todos los actos los oradores reiteraron que este aniversario fue el primero tras el estallido social del 18 de octubre de 2019, y antecede en pocas semanas a un histórico plebiscito por una nueva Constitución.
Consideraron como un hecho simbólico que las últimas palabras de Allende antes de morir, se hicieron realidad cuando millones de chilenos se tomaron las calles del país en la revuelta popular que se inicio en octubre de 2019, para exigir precisamente, muchas de las demandas que buscaba hacer realidad el programa de la Unidad Popular.
Un aniversario no exento de protestas y choques con las fuerzas policiales, que estuvo precedido también, siete días antes, por las celebraciones con motivo de los 50 años de la victoria electoral de la Unidad Popular, cuyo profundo programa de cambios sociales y económicos que el golpe interrumpió, muchos hoy consideran que pudiera tener su segunda oportunidad con el triunfo del Apruebo en las urnas el 25 de octubre.
Santiago de Chile, 13 de septiembre 2020
Crónica Digital/PL