Con numerosos homenajes a las víctimas del golpe de Estado de 1973, Chile recordó el 47 aniversario de la asonada que truncó la vida del Presidente Salvador Allende y el proceso democrático de la Unidad Popular.
Tampoco faltó represión a los manifestantes por parte de Fuerzas Especiales de Carabineros en la céntrica Plaza Baquedano, rebautizada como Plaza de la Dignidad por la ciudadanía la revuelta social iniciada el 18 de octubre de 2019.
Desde temprano comenzaron los actos por la fecha luctuosa del 11 de septiembre con la colocación de ofrendas en el monumento a Allende frente al Palacio de La Moneda, donde representantes de partidos de la oposición, organizaciones sociales y de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, acudieron a rendirle homenaje.
Prácticamente todos los oradores apuntaron al especial significado de este aniversario, el primero tras el vasto movimiento de protestas iniciado el 18 de octubre, y a pocas semanas de que se celebre un plebiscito en que la ciudadanía se pronunciará por la propuesta de una Nueva Constitución, en el cual se da por sentado el triunfo del Apruebo.
Cientos de personas marcharon en peregrinación al Memorial a las víctimas de la dictadura, en el Cementerio General, donde se produjeron enfrentamientos en las afueras del lugar entre carabineros y manifestantes.
Convocada por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, la marcha partió desde la céntrica Plaza de Los Héroes portando en la cabecera un gran lienzo negro con la consigna “Yo no olvido, exijo justicia”, y con muchos de los asistentes llevando fotos de los miles de desaparecidos y ejecutados durante el golpe y en los años posteriores de la tiranía.
La columna fue seguida por un fuerte contingente de Fuerzas Especiales. La manifestación avanzó sin incidentes por la Alameda hasta tomar la calle Amunategui y desembocar en la Avenida Recoleta hasta el cementerio.
Ya en el Memorial, numerosos oradores reclamaron justicia, verdad y reparación para los miles de personas que fueron asesinadas, torturadas y desaparecidas, entre las cuales se desconoce aún el destino que corrieron más de mil que han sido encontrados.
A las 17:00 horas estaba convocada una manifestación por la Coordinadora Feminista 8 de Marzo, pero desde mucho antes la Plaza de la Dignidad y sus alrededores fueron copados por Fuerzas Especiales con el apoyo de carros lanza agua y otros vehículos policiales. Así, la policía se enfrentó con cientos de manifestantes en la Alameda, la avenida Santa María, el Puente Pío Nono, el Parque Bustamante y la Avenida Providencia, para impedir que los asistentes a la convocatoria lograran acceder a la Plaza.
Un grupo de ciclistas logró circunvalar reiteradamente la rotonda en la que se levanta la vieja estatua ecuestre de Manuel Baquedano, antes de ser desalojados una y otra vez por las fuerzas policiales. Lo mismo sucedió con los participantes en la concentración, que eran desalojados con chorros de agua y gases lacrimógenos para luego volver a la carga en las calles aledañas al monumento.
Ya avanzada la tarde fue aumentando el número de los manifestantes y la represión de los Carabineros, con profusión de bombas lacrimógenas y con potentes chorros de agua, en un escenario que se extendió hasta entrada la noche. Al menos hubo 17 detenidos, según lo informó de forma preliminar la policía uniformada.
En la noche las manifestaciones y los actos conmemorativos se trasladaron, como ha sido tradicional para estas fechas, a los territorios. Hubo emotivos velatones, marchas pacíficas y también barricadas de fuego. En Estación Central, un menor de 14 años sufrió una lesión en la mandíbula tras ser impactado por una bomba lacrimógena, siendo trasladado hasta el Hospital San Borja.
Más tarde, desde el palacio de La Moneda, Sebastián Piñera, rodeado por varios ministros, emitió un breve mensaje por la fecha en el cual recordó que el golpe de Estado rompió con la democracia en el país e impuso un régimen militar por 17 años, cuyas consecuencias –admitió– todavía mantienen dividido al país. El Mandatario hizo además un llamado a la unidad y a olvidar los rencores “que tanto daño nos causaron en el pasado”, y aseguró que “un país dividido no puede avanzar”.
Dijo que esos hechos dejaron varias lecciones, entre las cuales mencionó la necesidad de respetar y cuidar el Estado de derecho y los derechos humanos, así como el diálogo, la tolerancia, la paz y el orden público y el rechazo a la violencia al margen de sus causas.
Piñera señaló además que “la inmensa mayoría de los chilenos quiere perfeccionar, mejorar o cambiar la Constitución” y puntualizó que el Gobierno “tiene el compromiso” de organizar de manera segura el plebiscito del 25 de octubre por una nueva Constitución.
Con información de la Agencia Informativa Prensa Latina.
Santiago, 12 de septiembre 2020.
Crónica Digital.