El Gobierno ruso calificó de inadmisible la imposición por Estados Unidos de sanciones a cinco centros científicos de este país, incluido uno de los participantes en las investigaciones sobre la vacuna contra la COVID–19.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, rechazó las acusaciones de Washington sobre la supuesta implicación de las instituciones rusas en el desarrollo de armas biológicas y catalogó las acciones de la Casa Blanca como un absoluto sinsentido.
Recientemente, el Departamento estadounidense de Comercio anunció sanciones contra el Instituto de Investigación Científica de Química Orgánica y Tecnología de Rusia y otras cuatro entidades, entre ellas, el centro de investigaciones 48 del Ministerio de Defensa, que contribuyó a los estudios sobre Sputnik V.
“Estados Unidos tiene una adicción a las sanciones. Es un teatro del absurdo. Rechazamos tajantemente las declaraciones sobre la presunta implicación de nuestras organizaciones en el desarrollo de armas químicas y bacteriológicas, es un disparate total”, aseveró Peskov.
Asimismo, denunció el uso de “métodos ilícitos” para competir con una de las instituciones que contribuyó a que Rusia presentara el 11 de este mes la primera vacuna en el mundo contra la COVID–19.
El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, aseveró que las acusaciones de la Administración de Donald Trump contra su país son infundadas y falsas.
Antónov aseguró que Rusia cumple las disposiciones de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y señaló que Estados Unidos es el único poseedor de importantes reservas de ese tipo, cuya eliminación aplaza sin justificaciones válidas.
Moscú, 27 de agosto 2020.
Crónica Digital / Prensa Latina.