Cortes en vías de siete de las 16 regiones de Chile es el saldo inicial de un polémico paro nacional de transportistas, mientras que desde la oposición acusan al gobierno de Sebastián Piñera de debilidad ante los huelguistas.
El director nacional de orden y seguridad de Carabineros, general Ricardo Yáñez, dijo que las protestas han ocurrido en vías desde Valparaíso hasta el sur del país y que cuatro mil efectivos policiales fueron desplegados para facilitar el tránsito y controlar el orden.
En tanto, al medio día varios camioneros en sus vehículos se concentraron frente a la sede del Congreso Nacional en Valparaíso para exigir la aprobación urgente de 13 proyectos de ley presentados por el gobierno, entre ellos uno que endurece sanciones contra los ataques a camiones.
Desde la oposición critican tanto a los camioneros como la tibia respuesta del gobierno. El senador Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, calificó de irresponsable el paro porque amenaza con el desabastecimiento en medio de la emergencia sanitaria.
El senador Felipe Harboe, del Partido Por la Democracia, consideró “inconcebible que el Gobierno mire para el techo al momento en que Chile se encuentra amenazado por un grupo de camioneros” y criticó las amenazas y chantajes del poderoso gremio.
El senador Alejandro Navarro, del Partido Progresista, presentó un recurso de protección contra los huelguistas, pues según explicó ponen en riesgo la cadena de abastecimiento y este recurso busca garantizarla. Asimismo, criticó al ministro del Interior, Víctor Pérez, y a Piñera, como responsables del paro pues, según argumenta, han hecho notable abandono de deberes al no asegurar el orden público.
Al cierre de esta nota, el presidente de la Confederación Nacional de Transporte de Carga, Sergio Pérez, declaró a la prensa que el paro es de “carácter indefinido”, pero que se les informó desde el gobierno que a partir del lunes “vamos a tener soluciones definitivas, que van a ser primero analizadas por el comité de crisis e informadas al país”.
La protesta ha inundado las redes sociales, donde unos defienden “el derecho a trabajar” que enarbolan los transportistas, que acusan reiterados ataques a sus vehículos, y muchos otros califican a los gremios empresariales del sector de intenciones desestabilizadoras.
Asimismo, advierten que mientras cualquier manifestación social es reprimida con gases y chorros de agua, esta vez las fuerzas policiales han permitido incluso que los huelguistas violen el toque de queda durante la madrugada e interrumpan el tráfico en las carreteras del país, sin ningún tipo de represalias.
El paro es impulsado por la Confederación Nacional del Transporte de Carga (CNTC) con un largo historial de vínculos con la extrema derecha del país.
La víspera, representantes de la CNTC se reunieron con los presidentes de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen, y del Senado, Adriana Muñoz, puesto que su principal exigencia al gobierno es que saque adelante con la mayor celeridad 13 proyectos de leyes que se tramitan en el Congreso. El encuentro finalizó sin acuerdos.
Al respecto, la senadora Muñoz expresó de forma tajante que en medio de la crisis sanitaria que enfrenta el país es imposible cambiar la agenda legislativa para satisfacer a la CNTC y menos bajo la presión de un paro nacional si no se cumplen esas exigencias.
Inicialmente, los promotores del paro amenazaron con dejar de transportar todo tipo de mercancías y desabastecer al país, pero luego suavizaron su discurso ante el rechazo de otras organizaciones del rubro como la Confederación de Dueños de Camiones, cuyo presidente rechazó públicamente esa postura.
Por su parte, el ministro del Interior, Víctor Pérez, en una actitud más contemporizadora con los transportistas, dijo que “estamos dispuestos a resolver los problemas (…) Estamos tomando todas las medidas para poder garantizarle a las personas vivir en paz y eso significa trabajar intensamente, no significa para nada una solución de un día para otro”.
Santiago, 27 de agosto 2020.
Crónica Digital / Prensa Latina.