De acuerdo con la investigación, el 65 por ciento de los ellos considera su superación afectada, la mitad opina que la conclusión de sus estudios se verá retrasada, y el nueve por ciento adujo que podría tener que abandonarlos de manera definitiva.
El informe, titulado Los jóvenes y la pandemia de la Covid-19: efectos en los empleos, la educación, los derechos y el bienestar mental, señaló que la situación es aún peor para quienes viven en los países de ingresos más bajos, donde existen mayores deficiencias en materia de acceso a Internet y disponibilidad de equipos.
Dicha coyuntura, ahondó la comunicación, pone de relieve la enorme brecha digital entre regiones, pues mientras el 65 por ciento de los estudiantes de los países de altos ingresos pudieron asistir a clases impartidas por videoconferencia, la proporción que continuó sus estudios en línea en las naciones de bajos ingresos fue del 18 por ciento.
‘La pandemia tiene una repercusión muy adversa en los jóvenes. No sólo merma su empleo y futuro profesional, sino que menoscaba en gran medida su educación y formación, y por ende, su bienestar mental’, señaló el director general de la OIT, Guy Ryder.
El reporte alertó además que uno de cada seis dejó de trabajar desde que comenzó la pandemia, los sectores a los que tienen acceso son los más expuestos a la enfermedad y el 42 por ciento de los que lograron conservar su empleo ven reducidos sus ingresos.
Dentro de las medidas propuestas por la OIT para revertir la situación se hallan la reintegración en el mercado laboral de los que perdieron sus puestos o debieron reducir la cantidad de horas trabajadas, así como el acceso de los jóvenes a prestaciones de desempleo y a programas que permitan mejorar su bienestar mental.
Ginebra, 12 de agosto 2020
Crónica Digital/PL