Un informe del Observatorio Covid-19 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) alerta hoy sobre el impacto de la enfermedad en la región y sus puntos más relevantes.
En el reporte recibido en esta capital se destaca que ante la pandemia las economías se cierran y paralizan, y las sociedades entran en cuarentenas más o menos severas, medidas solo comparables a las de situaciones de guerra.
En el documento se insiste en que la Covid-19 tendrá efectos graves en el corto y el largo plazos en la oferta y la demanda a nivel agregado y sectorial, cuya intensidad y profundidad dependerán de las condiciones internas de cada economía, el comercio mundial, y duración de la epidemia.
Además cita como elementos a tener en cuenta, las medidas sociales y económicas para prevenir el contagio.
El desempeño económico de la economía mundial ya era débil antes de la pandemia. En el período 2011-2019, la tasa media de crecimiento global fue del 2,8 por ciento, cifra significativamente inferior al 3,4 del 1997-2006.
En 2019, la economía mundial registró su peor desempeño desde 2009, con una tasa de crecimiento de solo 2,5 por ciento. Ya antes de la pandemia, las previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial para 2020 se revisaron a la baja.
Luego de una síntesis de problemas acuciantes, señala el documento que el nuevo coronavirus afectará el número de empleos (aumento del desempleo y el subempleo), la calidad del trabajo (reducción de salarios y menor acceso a la protección social) y a los grupos más vulnerables, como los trabajadores en el sector informal.
En particular América Latina y el Caribe enfrentan la pandemia desde una posición más débil comparada con el resto del mundo.
Antes de la pandemia, la CEPAL previó que la región crecería un máximo del 1,3 por ciento en 2020. Sin embargo, los efectos de la crisis llevaron a cambiar esa previsión y pronosticar una caída del PIB de al menos 1,8 por ciento.
Sin embargo, no es de descartar que la pandemia lleve a previsiones de contracciones de entre tres y cuatro por ciento, o incluso más.
La enfermedad afecta a la región a través de cinco canales externos de transmisión: disminución de la actividad económica, caída de los precios de productos primarios, interrupción de las cadenas globales de valor, menor demanda de servicios turísticos e intensificación de aversión al riesgo.
Insiste la nota en que en un escenario con caída de los ingresos por turismo del 10 por ciento en 2020, el PIB se reduciría 0,8, 0,3 y 0,1 puntos porcentuales en el Caribe, México y Centroamérica, y América del Sur, respectivamente.
Santiago de Chile, 12 de agosto 2020
Crónica Digital/PL