Por Martha Andrés Román *
La elección de la senadora Kamala Harris como compañera de fórmula implica beneficios y riesgos para el exvicepresidente Joe Biden de cara a su enfrentamiento en las urnas con el actual mandatario estadounidense, Donald Trump.
Con la selección de la legisladora por California como su vicepresidenta, Biden, el virtual candidato presidencial del Partido Demócrata para los comicios norteamericanos del 3 de noviembre, cumplió la promesa realizada meses atrás de elegir a una fémina para el cargo.
Además, escuchó los llamados de muchos miembros del partido, activistas y líderes de diferentes ámbitos que le pidieron escoger a una afronorteamericana para el puesto, en momentos de avivados enfrentamientos raciales en el país.
De ese modo, Harris no solo podría convertirse en la primera mujer en llegar a la vicepresidencia de Estados Unidos, sino que ya está haciendo historia como la primera afronorteamericana en aparecer en una boleta presidencial de cualquiera de los dos principales partidos políticos norteamericanos. Tengo el gran honor de anunciar que he elegido a Kamala Harris -una luchadora intrépida por las personas comunes y una de las mejores servidoras públicas del país- como mi compañera de fórmula, escribió el exvicemandatario en su cuenta de Twitter el 11 de agosto, cuando dio a conocer la noticia.
En un correo enviado ese día a sus partidarios, Biden añadió que la legisladora por California es la mejor persona para ayudarlo a ganar la pelea contra el republicano Trump, quien buscará la reelección, y luego liderar el país a partir de enero de 2021.
De acuerdo con el diario The New York Times, Harris, de 55 años, e hija de padres inmigrantes, aporta a la carrera un estilo de campaña mucho más vigoroso que el de Biden, de 77 años, al contar con un don para capturar momentos de pura electricidad política en el escenario del debate y en otros lugares.
Ese medio calificó a Harris de ‘moderada pragmática’ y la consideró una de las opciones más seguras entre las candidatas valoradas por Biden, pues ha sido una aliada confiable del establishment demócrata, con prioridades políticas flexibles que reflejan en gran medida las del exvicepresidente.
A su vez, el sitio digital Politico se refirió a ella como una exfiscal general y exfiscal de distrito de California que enfrentó críticas por un historial diferente a las posiciones más progresistas que defiende hoy.
Durante la lucha electoral primaria, Harris, quien fue una de las precandidatas demócratas a la Casa Blanca, se mostró dividida entre apelar a los progresistas que exigen un cambio estructural en el país y satisfacer a los moderados, añadió Politico.
Para el periódico Los Angeles Times, la elección de la miembro del Senado tiene un peso simbólico en un momento en que las relaciones raciales revisten más importancia para los votantes, particularmente porque Harris, quien es de ascendencia india y jamaicana, tuvo su propia confrontación muy publicitada con Biden sobre la raza durante las primarias.
A decir del portal web NPR, la selección de la legisladora crea una boleta demócrata que, en muchos sentidos, se asemeja a la constituida por Biden y el expresidente Barack Obama en 2008: un hombre blanco mayor con gran experiencia en política exterior, emparejado con un compañero de fórmula más joven, negro, con raíces inmigrantes y con solo cuatro años en el Senado.
El sitio de periodismo de datos FiveThirtyEight, en tanto, sostuvo que la apuesta por Harris es otra señal de la creciente diversidad del Partido Demócrata, que tuvo por última vez en 2004 una boleta integrada solo por dos hombres blancos, los entonces senadores John Kerry y John Edwards.
Según ese medio, este proceso sugiere que los demócratas rara vez en el futuro tendrán una fórmula de dos hombres blancos e, incluso, es posible que rara vez vuelvan a tener una integrada solo por dos personas blancas (como en 2016 con Hillary Clinton y Tim Kaine) o dos hombres (como en 2012, con Obama y Biden). Asimismo, el portal digital estimó que la decisión es una evidencia del poder de los afronorteamericanos dentro de la formación política azul, pero también representa otra derrota para el ala de izquierda del partido.
Luego de que los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren terminaron sus precandidaturas a la Casa Blanca, muchos activistas liberales presionaron a Biden para que eligiera a esta última como su compañera de fórmula, pero no tuvieron éxito.
De tal forma, aunque Harris tiene un historial de votaciones en el Senado considerado bastante liberal, no está tan a la izquierda como Warren, a la vez que su trayectoria como fiscal no es bien vista por muchos votantes progresistas del partido.
En sentido general, sus seguidores han argumentado que Harris podría reforzar el atractivo que despierta Biden entre los votantes negros y las mujeres, sin despertar una oposición particularmente vehemente de la derecha o la izquierda.
Tales posibilidades, unidas a su perfil nacional, sus posturas en materia política e, incluso, su historia familiar, hacen de ella una compañera de fórmula adecuada para Biden, un candidato presidencial que quiere continuar la campaña sin sobresaltos, enfocado en mostrar más la incompetencia de Trump que sus propias credenciales para el cargo.
Pero, al mismo tiempo, la desconfianza que genera la senadora en el flanco progresista del partido, incluso entre votantes jóvenes afronorteamericanos, puede convertirse en una desventaja en caso de que la lucha en las urnas entre Biden y Trump sea muy cerrada.
De todos modos, algunas fuentes consideran que este proceso de escoger a una vicepresidenta no tendrá un impacto significativo en las aspiraciones a la Casa Blanca, dado que, según estudios sobre el tema, el impacto electoral de los candidatos a vicemandatario es bastante limitado.
FiveThirtyEight manifestó que es poco probable que Harris, quien fue competente durante los debates del proceso de primarias, cometa grandes errores que planteen preguntas sobre por qué Biden la seleccionó.
Además, como senadora por California, un tradicional bastión demócrata, no trae consigo la posibilidad de impulsar a Biden en alguno de los estados donde la contienda por la mansión ejecutiva resulta más reñida.
Un artículo publicado en el sitio de noticias Marketwatch sostuvo que Biden, quien debe ser confirmado oficialmente como candidato en la Convención Nacional Demócrata a celebrarse el 17 al 20 de agosto, ya es bien conocido como un exvicepresidente experimentado, por lo que resulta poco probable que su compañera de fórmula lo eclipse.
La ganancia del exvicemandatario al escoger a Harris, entonces, radica en que es una valiosa oportunidad para que Biden se defina a sí mismo como candidato y como presidente potencial, apuntó el texto.
*Periodista
Crónica Digital /PL
Santiago de Chile, 12 de agosto 2020