Un llamado al diálogo en la región de la Araucanía y el abordaje de los problemas de fondo en el conflicto mapuche fue hecho hoy por el Comité Permanente del Episcopado en una declaración pública.
En el texto, los obispos expresan un profundo dolor por las graves consecuencias de los episodios violentos ocurridos en el último tiempo en la región, y expresan su inquietud por los enfrentamientos entre civiles ocurridos últimamente, que ha impactado al país.
La declaración pide que “mediante el diálogo y los acuerdos” todo los actores involucrados “sean capaces de reconocer la diversidad propia de una región donde la multiculturalidad está desde siempre presente”.
En tal sentido reclama “pasos efectivos y audaces para consensuar una agenda y un itinerario político y social que, con visión de país, se encamine a hacer frente a estos grandes y legítimos temas de fondo, causa del descontento”.
Asimismo plantea que el país debe encaminarse a una “verdadera reconversión que le permita emigrar hacia una auténtica interculturalidad, donde cada persona pueda vivir libre y plenamente su propia identidad, convicciones y cosmovisiones, sin otro límite que el bien común”.
El documento concluye recordando el mensaje del Papa Francisco en La Araucanía, del 17 de enero de 2018, cuando señaló que la construcción de una unidad cívica y social en La Araucanía “necesita y reclama auténticos artesanos que sepan armonizar las diferencias”.
Tras la agudización de la violencia en esa región de Chile en las últimas semanas, cada vez más voces reclaman un diálogo político entre el gobierno y los pueblos originarios que permita buscar soluciones al largo conflicto histórico y a las demandas de la comunidad mapuche por el respeto a su identidad.
Santiago de Chile, 7 agosto 2020
Crónica Digital/PL