Arrastrando un bajísimo respaldo popular y en medio de una profunda crisis económica y social agudizada por la Covid-19, el presidente Sebastián Piñera rindió hoy su penúltima cuenta pública al país.
La ceremonia, efectuada en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso, tuvo como música de fondo un sonado cacerolazo en todo el país convocado en redes sociales y por decenas de organizaciones sindicales y sociales.
Asimismo, en barrios de esta capital y otras ciudades cientos de personas salieron a las calles a protestar, montaron e incendiaron barricadas e incluso se enfrentaron a fuerzas del Ejército y carabineros.
Esa y otras demostración fueron convocadas en rechazo a la errática política del gobierno en la gestión de la pandemia, la falta de respuestas a las demandas de la población y por las violaciones de derechos humanos durante las protestas que comenzaron en octubre de 2019 y que aun no tienen respuesta de la justicia.
En un comunicado, esta semana la central Unitaria de trabajadores y sindicatos afines reclamaron al mandatario que expresara en su discurso a la nación “pronunciamientos claros respecto que la crisis no la sigan pagando los trabajadores”.
Por su lado, en una declaración, la oposición en el Senado pidió al gobernante explicar al país por qué estuvo contra la reforma constitucional que permite a los ciudadanos disponer del diez por ciento de sus ahorros de pensiones y vetó la ley que prohíbe el corte de servicios básicos durante la pandemia y otras medidas apoyadas masivamente por la población.
Sin embargo, más que hacer una autocrítica, en su discurso Piñera insistió en que lo que necesita el país es “unidad, colaboración, diálogo y acuerdos para recuperar la confianza”.
Hizo un largo recuento de las medidas para enfrentar la pandemia de Covid-19 y tras alegar que ningún país ha podido enfrentar con total éxito la enfermedad, señaló que el mejor homenaje a las víctimas de la Covid-19 en Chile es trabajar para “ir corrigiendo los errores y enmendando el rumbo”.
Contrario al criterio de amplios sectores políticos y sociales, señaló que el gobierno es uno de los que más ha hecho en el mundo para atender las necesidades de millones de personas golpeadas por la crisis agudizada por la pandemia.
Al mismo tiempo encomió el plan Paso a paso, impulsado en medio de objeciones de médicos y expertos, para relajar las medidas de confinamiento impuestas para enfrentar la pandemia.
Piñera insistió igualmente en la necesidad de “mirar más allá en el horizonte” para avanzar en la recuperación, tarea que -dijo- tomará tiempo y exigirá enormes recursos.
En ese sentido se refirió a un plan Paso a paso Chile se recupera, basado en cinco puntos: Creación y recuperación de empleos, construcción de infraestructuras, apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, incentivos a la inversión extranjera y simplificación de trámites para agilizar la recuperación económica, para los que prometió en conjunto más de 40 mil millones de dólares.
Santiago de Chile 1 de agosto 2020
Crónica Digital/PL