Joseph Biden, virtual candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, enfrenta en los próximos días la crucial e histórica elección de su compañero de fórmula para enfrentar en las urnas a los republicanos.
El casi seguro candidato de los azules adelantó la víspera que en la primera semana de agosto seleccionará a su compañera de fórmula para el 3 de noviembre.
‘Voy a tener una opción en la primera semana de agosto y les prometo que les haré saber cuando la tenga’, dijo.
Desde hace meses se conoce de su interés de ir acompañado por una mujer, el sector de votantes más numeroso en el país, y desde entonces los medios políticos y de prensa norteamericanos mencionan a más de una decena de figuras, incluso se habló hasta de Michele Obama, la exprimera dama.
Entre la lista de potenciales compañeras de fórmulas del demócrata, quien deberá ser confirmado como candidato en la Convención Nacional del partido en agosto, se incluyen las senadoras Kamala Harris -considerada por varias fuentes la de más peso-, Elizabeth Warren, Tammy Duckworth y Tammy Baldwin.
Otros nombres mencionados por medios y analistas son los de las congresistas Val Demings y Karen Bass; las gobernadoras de Michigan, Gretchen Whitmer, y de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham; la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms; y la exasesora de seguridad nacional Susan Rice.
Rompiendo agosto se despejará el misterio que permitirá al partido llegar a la Convención Nacional Demócrata del 17 de agosto, en Milwaukee, Wisconsin, con una boleta que le permita unidad para derrotar a Trump, al que mucho consideran que gobierna a través de twitter.
Aunque Biden aparece al frente en la mayoría de las encuestas, si no en todas, Trump no está acabado aun cuando algunos analistas políticos consideran que bajo su mandato el país está gobernado por un ‘borracho al timón’, dando tumbos.
De acuerdo con el promedio de encuestas del portal digital RealClearPolitics, el retador tiene una ventaja de nueve puntos porcentuales, al contar con el respaldo de un 50,5 por ciento de los votantes, frente a un 41,5 por ciento del jefe de la Casa Blanca.
Sin embargo, no son pocos los que llaman a ser cautelosos, pues el presidente no está acabado y muchos no olvidan lo que pasó cuando se enfrentó a Hillary Clinton en 2016 y salió por la puerta ancha pese a que escasos pronósticos lo daban vencedor.
Ahora, la elección de la compañera de boleta reviste grandes complejidades y hay disimiles valoraciones sobre el impacto que eso tendría si logran sacar al multimillonario hombre de negocios de la Oficina Oval y darle un puntapié al basurero de la historia.
Si Biden gana en noviembre, su compañero de fórmula podría convertirse en el vicepresidente más importante de la historia moderna de Estados Unidos, estiman analistas de medios como The New York Times, The Atlantic, entre otros.
La mujer que Biden escoja podría ser vista como una potencial presidenta en espera, una señal para la agenda del Partido Demócrata en los años venideros, y tal vez el jugador más significativo que trate de ayudar a Biden a manejar un país -y un gobierno federal- en crisis.
Por su experiencia en el cargo, el demócrata ampliaría la autoridad de un puesto constitucionalmente insignificante más allá de los precedentes y empoderaría a una mujer para que se proyecte hacia la elección en 2024 si es que la maquinaria partidista no mira en otra dirección.
Ya sean las senadoras Harris o Bass, o la exasesora de seguridad nacional Rice, entre otras, el retador Biden tiene donde escoger. Mujeres con experiencia en política y en el Congreso, capaces de enfrentar a Trump en una controversia y sentarlo en el banquillo de los acusados en varios temas donde mostró incompetencia y falta de resultados.
Sin embargo, en los días que faltan hasta noviembre 3, el actual ocupante de la butaca presidencial en la Casa Blanca puede recuperarse y escudriñando su forma de actuar, aún son posibles sorpresas pese al empujón que daría una mujer vicepresidente a Biden.
La Habana, 29 julio 2020
Crónica Digital/PL