Ese acto -insistió- sólo ocurrirá después de una declaración del presidente Donald Trump, la cual fue programada inicialmente para finales de la semana pasada, pero luego se pospuso.
Según Akunis, el Valle del Jordán así como los bloques de asentamientos -de colonos judíos- dentro de la llamada área (C) de Cisjordania, ricos en recursos naturales, estarán incluidos en los mapas del programa expansionista, rechazado por los palestinos y por numerosas voces de la comunidad internacional.
De acuerdo con el pacto de coalición firmado entre el actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el titular de defensa, Benny Gantz, -quien lo sustituirá en el cargo en noviembre de 2021, Israel podría anexar hasta un 30 por ciento de las tierras pertenecientes a ese pueblo árabe, a partir de este 1 de julio.
Tal programa está sustentado en el Acuerdo del Siglo presentado en enero por el ocupante de la Casa Blanca, el cual prevé conceder a los palestinos una autonomía limitada dentro de una patria fragmentada y dejar el Valle del Jordán bajo el control de Tel Aviv.
Asimismo declara a Jerusalén, reivindicada por ambas partes, como capital indivisible de Israel.
La Autoridad Palestina (AP) reprobó de inmediato la propuesta estadounidense por considerarla totalmente opuesta a las iniciativas de arreglo previas, basadas en la visión de dos Estados contiguos, con las fronteras anteriores a 1967.
Por consiguiente exige que les sean devueltos los terrenos donde viven más de medio millón de colonos judíos, dentro de asentamientos considerados ilegales.
La víspera Netanyahu admitió que la anexión entraña un proceso complejo y tenso, aunque aclaró que sigue en su agenda.
Además de la complejidad y desacuerdos en la confección de los mapas, el jefe de gobierno tiene que lidiar con obstáculos como las objeciones de Gantz, para quien resulta de mayor prioridad combatir la pandemia de Covid-19 y resarcir las secuelas económicas resultantes.
Adicionalmente el primer ministro suplente considera factible buscar cierto consentimiento entre los países vecinos, particularmente entre los representados en la Liga Árabe, que condenó en pleno el plan.
Coincide con esa postura el canciller Gabi Ashkenazi, quien insiste en entablar conversaciones al menos con Jordania y Egipto, así como con los palestinos.
En los últimos meses la AP impulsó una campaña diplomática para frustrar la maquinaria anexionista israelí, gestión que ha logrado conseguir un apoyo significativo en la arena internacional.
Ese respaldo constituye otro elemento a tener en cuenta a la hora de llevar a vías de hecho la anexión, pues más allá de las declaraciones de condena podría haber otras consecuencias de tipo práctico como sanciones comerciales, opinan analistas.
Ramallah, 1 julio 2020
Crónica Digital/PL