Un último (cuarto) intento de votación estuvo programado para el jueves pasado por el presidente de la asamblea senatorial, Davi Alcolumbre, pero hubo protestas de un gran número de congresistas y el proyecto fue retirado de la agenda del día.
Al principio, Alcolumbre rechazó los reproches y mantuvo el voto, pero luego cambió de opinión después que, incluso los representantes que defendían la iniciativa, abogaron por el aplazamiento.
Durante su discurso, el titular sugirió que la propuesta tenía la simpatía de la mayoría de los parlamentarios.
‘Lo que es seguro es que todos los que hablaron se pronunciaron a favor del proyecto de ley. ¿Cuál fue la advertencia de los que hablaron en contra? La reserva de la votación de hoy’, declaró.
Tal apreciación no corresponde con la realidad, pues muchos senadores se quejan no solo de la fecha de la votación, sino también de la tramitación del proyecto -que no pasó por las comisiones de la Cámara- y también de los méritos de la iniciativa.
De acuerdo con el legislador Marcio Bittar, la iniciativa resulta ‘un viejo proyecto de control social de la parodia mediática de la ley de noticias falsas’.
Para los senadores que abogaron por la aprobación inmediata del proyecto, una de las principales razones es la proximidad de las elecciones municipales y el riesgo de interferencia indebida de la desinformación digital sobre el alegato.
Al respecto, el senador Randolfe Rodrigues señaló que Brasil ya tiene una legislación para este fin: la Ley 13.834, de 2019, que define el delito de denuncia calumniosa con fines electorales.
Brasilia, 30 junio 2020
Crónica Digital/PL