Los primeros resultados sugieren que al parecer es similar a la influenza de 2009, pero con algunos cambios.
Los investigadores urgen la monitorización permanente al respecto para evitar posibles contagios y un brote masivo que conlleve a una pandemia global, como la actual de la Covid-19.
Incluso advierten de que el virus puede crecer y hasta multiplicarse en las células que recubren las vías respiratorias en los humanos, un indicio detectado en algunos trabajadores de mataderos de la industria porcina del país asiático.
China sufre desde agosto de 2018 un brote de gripe porcina africana que obligó a sacrificar a millones de lechones y disparó desde entonces los precios de su carne, la más consumida por su población.
Beijing, 30 junio 2020
Crónica Digital/PL