Especialistas consideran hoy insuficientes las cuarentenas dispuestas por las autoridades de Chile con vistas a contener la expansión de la Covid-19, sin asegurar el apoyo económico a las familias para enfrentar el confinamiento.
Mañana viernes a las 22:00 hora local entrarán en cuarentena total cinco municipios más con lo cual sumarán 63 en todo el país, que concentran alrededor de 10 millones de personas, incluidas todas las comunas de la capital, y el establecimiento de cordones sanitarios de cara al próximo fin de semana, para intentar reducir la movilidad.
En opinión de los académicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Angélica Verdugo, Pablo Villalobos y Christian García, estas restricciones a la movilidad, aunque necesarias, resultan todavía insuficientes para contener las elevadas tasas de contagio en Chile.
Para la también exsubsecretaria de Redes Asistenciales Angélica Verdugo, es correcto sumar comunas a la cuarentena, pero el problema “son las condiciones de desigualdad enorme para hacer estas cuarentenas”.
Explicó que según estudios, solo el 57 por ciento de la gente de los niveles económicos más pobres ha recibido ayuda, por lo cual una gran cantidad de familias no tienen seguridad alimentaria “y ahí es donde el gobierno tiene que apuntar”, aseguró.
En ello coincidió el epidemiólogo Christian García, quien además de considerar importante la restricción de permisos por las autoridades como forma de disminuir la movilidad, enfatizó en que el Gobierno debe hacer llegar “ayudas sociales que permitan otorgar seguridad a la ciudadanía”.
Opinó que es necesario establecer condiciones para que la gente pueda realizar las cuarentenas con seguridad para alimentarse, para mantener sus empleos y recibir una ayuda económica que no acaba de llegar, puntualizó.
Para el asesor de la Organización Mundial de la Salud y académico universitario Pablo Villalobos, las medidas anunciadas por el Gobierno ayudan a reducir la movilidad, pero consideró un error que la estrategia sanitaria se centre solo en este aspecto.
A su juicio, esta es una estrategia complementaria a las verdaderamente efectivas, que son las medidas de prevención, como el lavado de manos, usar mascarilla y respetar el distanciamiento social.
Puntualizó que la reducción de la movilidad llegará a un límite donde no se podrá seguir avanzando, independiente de si se siguen endureciendo las penas y las multas, ya que siempre habrá personas que por necesidad deberán salir a la calle.
Advirtió que se ha criminalizado la movilidad poniendo énfasis en el endurecimiento de los castigos, lo que provoca que este tema se vuelva más penal que sanitario, y subrayó que “está bien acordar medidas excepcionales, pero no basta. Tienen que volver a estar al centro las estrategias de prevención”.
Santiago de Chile, 25 de junio 2020
Crónica Digital/PL