Aunque su verdadera identidad sigue siendo un misterio, el artista callejero británico Banksy siempre se las arregla para llamar la atención con trabajos sobre temas de actualidad muy puntuales.
Publicada a través de las redes sociales, la obra muestra una bandera estadounidense, que comienza a quemarse por una vela encendida colocada debajo de ella, junto a un retrato y un ramo de flores a manera de ofrenda fúnebre.
Pero esta vez, Banksy consideró además oportuno dejar constancia escrita de su sentir por la muerte de Floyd y su condena al racismo.
Primero pensé que debía callarme y escuchar a la gente negra sobre esto. Pero, ¿por qué debía hacerlo? No es su problema, es mío. El sistema falla a la gente negra. El sistema blanco, escribió en su cuenta de Instagram.
En su alegato, Banksy compara además las fallas del sistema con el problema que representa una cañería rota en un apartamento para la gente que vive en el piso de abajo.
Este sistema roto les obliga a llevar una vida miserable, pero no depende de ellos arreglarlo. No pueden. Nadie los dejaría entrar al apartamento de arriba. Es un problema de blancos. Y si la gente blanca no lo arregla, alguien tendrá que subir las escaleras y echar abajo la puerta, sentenció.
El misterioso artista callejero sorprendió semanas atrás con una pintura en un pasillo del hospital general de Southampton, en el sur de Inglaterra, en homenaje a los trabajadores de la salud que luchan contra la pandemia de Covid-19.
La obra muestra a un niño que sostiene en alto a una muñeca vestida de enfermera, pero en pose de estar volando con una capa de superhéroe en la espalda, mientras Batman y el Hombre Araña yacen abandonados en un cesto de basura.
Ejecutada por lo general con plantilla o esténcil sobre las que aplica la pintura en aerosol, la técnica de Banksy constituye ya una marca registrada perseguida por los coleccionistas, y pone en entredicho el supuesto carácter efímero del arte callejero.
Londres, 14 de junio 2020
Crónica Digital/PL