Por Omar Cid*
Pretendieron estirar el chicle hasta el infinito. Compraron material represivo en el momento más inoportuno. Lanzaron a miles a la cesantía encubierta, bajo la cortina de humo de la mal llamada ley de “protección de empleo”. Hablaron del mejor sistema de salud del mundo. Dijeron que estábamos enfrentando la crisis de manera ejemplar[1]. El plan de apoyo a la pequeña y mediana empresa, ha terminado favoreciendo por goteo a la banca. Los bonos destinados a las familias vulnerables: son de hambre. Se niegan a recoger ideas distintas a las de su imaginario preconcebido. En ese escenario el pueblo del dijo ¡basta!
Cuando el gobierno tomó la decisión de decretar la cuarentena en Santiago. Muchos respiraron profundo y algunos pusieron el tono de alarma, porque no se habían tomado las medidas preventivas necesarias, para proteger a la población más vulnerable. Todo lo construido desde la aparición del primer caso en nuestro país, ha sido en la línea de resguardar la inversión privada. O sea, sus inversiones. Tenemos un gobernante, cuya administración del Estado que pertenece a todos los chilenos, se ha puesto a disposición de preservar los privilegios de una cleptocracia, forjada en los inicios de la dictadura.
Por desgracia, la élite en el poder está dañada por pandemias múltiples: soberbia, indolencia y abuso no sanan lavándose las manos, ni usando mascarillas. Sin contar, su adicción social a la droga globalizadora, colonial, extractivista de carácter saqueador del Estado y sus habitantes. El pueblo chileno, ha ido tomando conciencia del proceso de descomposición en marcha. La negación, el artificio, la ausencia de lucidez, con sus consabidas excepciones, es tan palpable que no la pueden ocultar. Expele por sus poros, miran hacia el norte y les da escalofrío[2].
Es cierto, la situación es de excepción en lo sanitario y social. Sorprende divisar, a países con bastantes más recursos sobrepasados. Lo incomprensible, en un escenario inestable, plagado de dificultades es apegarse a la defensa de los evangelios de Hayek y Friedman. Lo inaudito, es intentar pasar a la historia como santos custodios de ciertos dogmas que ante la catástrofe, ni siquiera sus viejos devotos pretenden sostener[3]. Los porfiados hechos nos dicen que en Chile: el hambre es una realidad.
La fuerza y masividad de la molestia, sorprendió a los medios televisivos. Hizo caer en desesperación a panelistas. La prensa uniformada, manifiesta su frialdad sumándose a la interpretación del Ministro Blumel[4], cuando acusa al Partido Comunista y al Frente Amplio de instrumentalización política de la protesta. Lo que generó respuesta inmediata de los sectores aludidos[5]. Ambos, apuntaron a las políticas públicas insuficientes, generadas desde La Moneda, para hacerse cargo de la crisis económica, provocada por la pandemia.
La ausencia de una política estatal responsable, ha desencadenado la necesidad de los pobres de volver a organizarse en ollas comunes, sistemas de autocuidado. Pequeñas iniciativas, donde un vecino compra productos para varios en los sectores medios. Las iglesias ubicadas en barrios populares, han vuelto a cumplir un rol de ayuda social, potenciando organizaciones barriales. Ciertas familias pudientes, en un gesto solidario, contribuyen con insumos médicos, alimentos, entre otros aportes. Todo se agradece. Sin embargo, ello no puede ser justificación del abandono. Los pobladores que salieron desesperados a expresar su molestia en la zona sur, los cacerolazos de apoyo en diversos puntos Del Gran Santiago. Las innumerables propuestas, que se han hecho buscando afrontar la caótica atmósfera y que no han sido escuchadas. La irrupción del hambre, con su interpelación cristalina y de la censura como práctica de ocultamiento: son las claves políticas a tener en consideración.
*Escritor
Subdirector Crónica Digital
[1] https://interferencia.cl/articulos/los-datos-del-minsal-que-llevaron-pinera-creer-que-aplano-la-curva-de-contagios-pero-no
[2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52273159
[3] https://www.abc.es/economia/abci-nacionalizacion-empresas-apuros-sobrevuela-europa-202004112036_noticia.html
[4] https://www.elmostrador.cl/dia/2020/05/19/esto-no-es-el-18-de-octubre-ministro-blumel-critica-a-dirigentes-de-oposicion-por-manifestaciones-en-medio-de-la-pandemia/
[5] https://www.24horas.cl/coronavirus/pc-responde-a-blumel-por-criticas-no-puede-esconder-la-alta-responsabilidad-del-gobierno-4187211
Como todo en la vida, los castillos en la arena o en el aire se derrumban. Hacen años que nuestra clase politica no responde y no conoce la realidad del ciudadano a pie.