Frente a los evidentes impactos económicos y sociales que la pandemia del COVID–19 ha provocado en las familias populares y de clase media, la Corporación Comuna, Participación y Solidaridad (CPS) de Pudahuel inició hace unas semanas, al interior de la misma localidad, un trabajo de recolección de mercaderías y productos para los más necesitados. Era una expresión de la vieja práctica popular de la ayuda mutua y la autogestión. Sus impulsores nunca pensaron que podía transformarse en un problema.
Comenzó a circular un video en las redes sociales, referido a esta campaña solidaria, en el que habla un hombre, hijo de una persona mayor que había recibido ayuda de manos de una emisaria de una dirigente social a quien la Corporación hizo entrega de algunas ayudas. En el video expresaba en forma violenta su disconformidad con el contenido de las ayudas, que consistían en amonio cuaternario diluido, mascarillas, alcohol gel, un paquete de fideos y una salsa. Asimismo, aseguraba que se había pedido el RUT de su madre, hablaba de un compromiso previo de entregar un paquete de mercadería y cuestionaba, finalmente, una tarjeta de presentación de nuestra Corporación.
Frente a la situación, Mónica Sánchez, presidenta de la Corporación, explicó que se trata de una entidad sin fines de lucro y que “no recibimos aportes de empresas, municipios u otros organismos del Estado para acciones solidarias”.
En este sentido, puntualizó: “No nos hacemos cargo de las promesas incumplidas de otras entidades que generan expectativas de ayudas que tardan en llegar o nunca llegan. Jamás hemos solicitado los datos personales de quienes ayudamos”. Por otro lado, dijo que “la tarjeta de presentación de la Corporación se entrega para que las personas que nos llamen en caso de que requieran de apoyo de un Trabajador Social, algo que al parecer nadie explicó a la persona que grabó el video y a quien no conocemos”.
Detalló que el trabajo de recolección de alimentos y materiales se había iniciado hace unas semanas, pero que “la dictación de la cuarentena obligatoria para Pudahuel, nos obligó a interrumpir la tarea de reunir fondos y nos llevó a decidir hacer entrega inmediata de las cosas recopiladas, porque de lo contrario debíamos esperar el término de la cuarentena. En un lapso de solo 24 horas, distribuimos cerca de 300 ayudas, de manera directa a algunas personas y otras a través de dirigentes sociales, quienes a su vez harían entrega a personas de sus organizaciones que ellas estimaran”.
Es decir, se trataba de ayudas que fueron recogidas entre los mismos vecinos de Pudahuel, sin apoyo alguno del Gobierno, la Municipalidad o el mundo empresarial.
Explicó que “desde que comenzó esta pandemia, la Corporación se abocó a reunir recursos de nuestros socios y amigos, con lo cual hemos apoyado a distintas personas y familias, no sólo con alimentos, mascarillas (confeccionadas por mujeres pudahuelinas), desinfectantes y otros, sino que también con nuestro equipo de trabajadores sociales, quienes laboran en coordinación con lideresas y dirigentes para ir en ayuda de personas y familias”.
Frente al episodio del video, expresó su desazón, aunque “no con quien grabó el video de quien entendemos se dejó llevar por su angustia y confundió las cosas”, sino con “aquellos que aprovecharon esta situación para ofender, descalificar e invertir en publicaciones en redes sociales para deshonrar a quienes tratan de colaborar y ayudar, sin importar que en una situación tan crítica como la que vivimos hoy necesitamos todas las buenas voluntades para ir en ayuda de quienes más lo necesitan en esta emergencia sanitaria”.
“Más allá de la acción deleznable de la que hemos sido objeto, queremos agradecer a todas las personas que nos han llamado y escrito para expresar su apoyo y solidaridad, por lo que seguiremos trabajando y apoyando a quien lo requiera, con nuestros recursos y los medios de quienes se han constituido en la red de colaboradores de nuestra Corporación”, concluyó la presidenta de la Corporación Comuna, Participación y Solidaridad (CPS).
Por Iván Antonio Gutiérrez Lozano. El autor es periodista.
Santiago, 19 de mayo 2020.
Crónica Digital.