Con profundo malestar se recibió en la Red Nacional de Artes Escénicas el “Plan de Emergencia en apoyo a las Culturas, las Artes y el Patrimonio” anunciado por el MINCAP que sitúa a las y los trabajadores del sector en la obligación de “concursar por ayuda”. Dada la naturaleza de los instrumentos de financiamiento anunciados, el sector sostiene que se está ignorando la urgencia que exige la crisis que atraviesan las culturas, las artes y el patrimonio.
· La Red sostiene que el Plan considera tiempos de formulación, evaluación y entrega de recursos que no se condicen con la actual situación de emergencia y precarización que vive el sector. Y se basa en la redistribución de 15 mil millones anunciado por el MINCAP, sin tener información transparente sobre su origen, pues aún no se ha confirmado qué planes y programas se ven afectados.
· La Red Nacional de AAEE, que representa a más de 8 mil trabajadoras y trabajadores de las artes, las culturas y el patrimonio, asegura que el MINCAP no ha considerado sustancialmente al sector, pues tras exponer demandas y propuestas en reuniones con distintos agentes de gobierno y en diversas instancias, la cartera ha generado anuncios que no contemplan la información entregada y solo reflejan lo infructuoso de dichos encuentros.
La emergencia de salud que afecta a nuestro país, ha golpeado fuertemente a diversos sectores productivos y ha traído consecuencias que impactan a millones de familias y hogares, que ven un futuro incierto en el horizonte. Uno de los sectores afectados es el de los trabajadores y trabajadoras de las Artes Escénicas, quienes hoy deben velar por su subsistencia tras la suspensión de actividades, cancelaciones de funciones y la imposibilidad de generar ingresos día a día.
Las artes son fundamentales para el desarrollo sustentable y sostenible de una sociedad. Esta noción de desarrollo supera ampliamente lo económico pues, es a través de las artes que una sociedad puede empatizar con el otro, reducir las desigualdades, educar nuestras emociones, potenciar el pensamiento crítico, y en momentos como éste, ser un soporte en situaciones que implican confinamiento. Pero además de este rol, que pareciera ser etéreo y simbólico, hay una invisibilización del aporte de las industrias creativas para el crecimiento económico, social, cultural y ambiental de una nación. Ésta falta de reconocimiento los tiene históricamente precarizados, y en esta crisis, literalmente al borde de un abismo.
Ante esta urgencia, es que diversos gremios, sindicatos y asociaciones, desde el inicio de la crisis, trabajaron fuertemente en la conformación de la Red Nacional de Artes Escénicas que hasta el momento incluye a Sidarte (Sindicato de Actores y actrices de Chile), Compañías Teatrales Chilenas en Red, Red de Educadorxs de Teatro, Red de Gestores, Red de Espacios Autogestionados, ACU, Asociación Gremial de Nuevo Circo, Trabajadoras de las Danzas, Red Nacional Danza Sur, Asamblea de Titiriteros y Titiriteras de Chile, Cinoch (Círculo de Narradores Orales de Chile), Asociación Nacional de Diseñadores Escénicos, Adtres (Agrupación de Diseñadores, Técnicos y Realizadores Escénicos) y CONATEMUCH (Teatro Musical Chileno organizado), para abordar en bloque la detección de las necesidades más urgentes y de esta manera generar propuestas de mitigación de los efectos de la crisis sanitaria.
La Red ha logrado sostener reuniones con diversos agentes de gobierno para visibilizar el impacto concreto de la crisis sanitaria en las trabajadoras y los trabajadores del sector, entre ellos la Secretaría Ejecutiva de Artes Escénicas, la Subsecretaría de las Culturas y las Artes e incluso en la Mesa Interministerial desarrollada por el MINCAP, en respuesta a la solicitud realizada por distintos gremios, que exigían una instancia de trabajo donde además de la mencionada cartera, se incluyera al Ministerio de Hacienda, Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio del Trabajo y Ministerio de Economía. Sin embargo, luego de estos encuentros, el MINCAP ha realizado anuncios que no contemplan las inquietudes e información trabajada en dichas reuniones. Esta actitud, carente de diálogo y voluntad política, genera una sensación de desconcierto y absoluta desprotección frente las urgencias.
El sábado 02 de mayo el MINCAP anunció el “Plan de Emergencia en Apoyo a las Culturas, las Artes y el Patrimonio”. A propósito de la minuta elaborada por la cartera, una de las críticas más fuertes del sector tiene que ver con que dicho plan beneficia a un grupo minoritario de artistas y gestores apostando nuevamente por la concursabilidad y no resuelve la situación precaria urgente de muchos artistas y agentes culturales.
Específicamente, el documento señala que como Programas de financiamiento directo para las artes escénicas se contemplan el Fondart de Adquisición de derechos de obras e investigaciones de artes escénicas (para proyectos ganadores de Fondart desde 2017 en adelante), que beneficiará de 32 a 48 artistas; Fondart modalidad ventanilla nacional que financiará líneas de creación y circulación 2020 para compañías, agrupaciones y elencos, considerando 20 a 30 beneficiarios; Artes Escénicas Itinerantes que sólo beneficiará a 16 compañías regionales; y, Formación en línea, dirigido a públicos interesados y agentes de las artes escénicas y artes de la visualidad, contemplando 300 beneficiarios. Se trata de Programas que beneficiarán a un mínimo porcentaje de agrupaciones y trabajadores de las artes escénicas, si se considera que solo las Compañías Teatrales Chilenas en Red agrupan a 540 compañías de teatro de todo el país y toda la Red Nacional de AAEE agrupa a 8 mil trabajadores.
En relación a la adquisición de derechos de obras, resulta relevante destacar que el teatro, la danza, las artes circenses, la ópera, narradores orales y titiriteros, son todas artes vivas, que en su creación, producción y puesta en práctica se involucra a un conjunto de trabajadores-artistas visibles y otros que, estando tras bambalinas, actúan continuamente como co-creadores y en conjunto hacen posible cada una de las obras escénicas. Por lo mismo previo a la ejecución de las medidas anunciadas en este ámbito, urge regularizar la situación para que todos los creadores sean parte de los derechos de propiedad intelectual y los derechos conexos correspondientes. En este sentido la Red hace un llamado al Ministerio a generar una acción intermediaria, bajo este contexto, que tenga como objetivo velar por el pago de derechos, a través de esta propuesta de concursabilidad, y que considere a todos los creadores de las obras que la institucionalidad adquiera. Cabe agregar que este programa solo contempla proyectos beneficiados por Fondart desde 2017, segregando la medida de apoyo y alargando la brecha de financiamiento.
Por último, sin ser un problema menor, las líneas de financiamiento que contemplan la postulación a través de materiales digitales tales como talleres o producción artística, no consideran la brecha digital de nuestro país, el acceso a internet y a las herramientas tecnológicas y digitales necesarias para postular, transformándose en un impedimento más para un amplio sector de artistas. Esta misma desigualdad en la conectividad impide también un acceso y participación equitativo de las audiencias, profundizando las desigualdades históricas que como sector cultural hemos trabajado por erradicar.
Santiago de Chile, 8 de mayo 2020
Crónica Digital