Una dura represión y reclamos para que la clase obrera no cargue sobre sus hombros la crisis económica, marcaron hoy los actos por el 1 de mayo en Chile.
Al término de un acto por la fecha en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), fuerzas especiales de Carabineros cercaron el frente del edificio e impidieron que los participantes colocaran una tela en las vallas que rodean el palacio de La Moneda y detuvieron a más de una decena de dirigentes sindicales.
Los uniformados, en gran número, rociaron gas pimienta a las personas, tres de las cuales debieron ser llevadas a un centro de salud afectadas por ese agente químico, denunció la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, quien criticó la represión policial a pesar de que era una demostración pacífica.
Minutos antes Figueroa pronunció un discurso en la sede de la CUT, en el cual subrayó que los trabajadores no deben ser quienes paguen los costos de la presente crisis, y en cambio, deben pagarla quienes por años usufructuaron con el esfuerzo de sus empleados.
La líder sindical recordó que los datos m{as recientes sobre el desempleo en el país han ido al alza y llegaron al 8,2 por ciento en el primer trimestre del año y recordó que incluso el presidente Sebastián Piñera señaló que la desocupación puede aumentar en las próximas semanas y alcanzar los dos dígitos.
Figueroa insistió en que los más ricos deben hacer el esfuerzo principal para evitar que esta crisis pase de ser un problema sanitario a una crisis humanitaria.
Asimismo subrayó que el movimiento sindical no permitirá que la economía se sostenga a costa de la dignidad y salud de las y los trabajadores, pues en tiempos de pandemia, la principal preocupación debe ser la seguridad de todas las personas.
La presidenta de la CUT emplazó además al gobierno a tomar decisiones que de verdad resguarden la vida de los trabajadores en medio de la presente situación, pues según expreso, todas las medidas anunciadas hasta ahora apuntan a aumentar la precarización laboral y ofrecer paliativos que no cubren las necesidades básicas de los más vulnerables.
Asimismo denunció que “se ha llegado a poner en tela de juicio el derecho a la vida” cuando desde el gobierno se buscar reactivar la actividad económica a costa de la seguridad de la salud de los trabajadores.
Poco antes, desde el cercano palacio de la Moneda, en una alocución Piñera recordó también el Día Internacional de los Trabajadores, pero llamando al regreso al trabajo mediante su estrategia de “retorno seguro” lo que se hará -dijo- “cuando podamos asegurar normas sanitarias que van a proteger con eficacia su salud”.
Piñera insistió en que “tenemos que volver a poner en marcha nuestra sociedad, porque si todos nos quedamos acuarentenados en nuestras casas vamos a tener una crisis social de desempleo, de quiebra, que va a producir un daño gigantesco a la calidad de vida”.
En este día singular, no hubo las grandes marchas de otros años, pero en la plaza de la Dignidad de esta capital y en la ciudad de Valparaíso, no faltaron demostraciones de pequeños grupos, que fueron reprimidos con saña por un número muy superior de carabineros, con chorros de agua y golpes de porra a pesar de que fueron manifestaciones pacíficas.
Santiago de Chile, 2 de mayo 2020
Crónica Digital/PL