Por Rafael Calcines Armas
Sin desfiles ni marchas como en años anteriores, los sindicatos de Chile recordarán hoy el Día Internacional de los Trabajadores en medio a las restricciones por la pandemia de Covid-19 y una grave crisis económica.
La pandemia, tal como han señalado partidos de oposición, sindicatos y organizaciones sociales, ha caído con todo su peso sobre los asalariados y otros sectores vulnerables, con especial incidencia en el aumento del desempleo y en el caso de muchos de los que conservan sus trabajos, reducciones de salarios y condiciones laborales más precarias.
En vísperas de la fecha, el Instituto Nacional de Estadísticas informó que en el primer trimestre del año el desempleo alcanzó el 8,2 por ciento, el índice más elevado en los últimos diez años.
Sin embargo, esas estadísticas incluyen solo en parte los efectos de la recesión provocada por la pandemia de Covid-19, que desde mediados de marzo ha provocado el cierre paulatino de miles de empresas, sobre todo pequeñas y medianos, que garantizan más del 90 por ciento de la fuerza de trabajo en el país.
Solo en las últimas semanas 516 mil 826 trabajadores quedaron sin empleo o están a punto de que eso les suceda, y tendrán que echar mano a sus seguros de cesantía para recibir al menos una parte de los salarios que dejarán de percibir.
Ello, porque a causa de la recesión económica más de 66 mil 500 empresas han pedido acogerse a una legislación que permite suspender los contratos de sus empleados.
El gobierno, por su parte, ha implementado medidas para paliar la grave situación que se le vienen encima a cientos de miles de familias, pero economistas, académicos y políticos advierten que aunque son positivas, resultan insuficientes y que el Estado dispone de recursos suficientes para hacer un esfuerzo mayor por los más vulnerables.
En ese sentido se cuestiona, entre las medidas más recientes, un proyecto de ley de Ingreso Familiar de Emergencia, dirigido según declaró el presidente Sebastián Piñera a beneficiar a unos 4,5 millones de chilenos del 60 por ciento más vulnerable de la población.
Economistas han advertido que el monto propuesto por el gobierno deja a las hogares por debajo del índice de pobreza extrema, pues según señalan, para garantizar los bienes de primera necesidad, el mínimo debe ser de 300 mil pesos por trabajador, cuando la propuesta del gobierno es de 260 mil para una familia de cuatro personas.
En esa coyuntura la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) anunció una serie de actividades para tener presente la importante fecha del proletariado con la participación de todas sus organizaciones afiliadas y de la población.
Para las 10:00 hora local, desde la sede de la CUT, su presidenta, Bárbara Figueroa, pronunciará un discurso vía streaming, en el que tema central será seguramente la difícil situación que atraviesa el mundo laboral.
Asimismo toda la población está convocada a realizar un “banderazo negro” desde sus casas como expresión de protesta por las políticas laborales del gobierno, y para las 20:00 hora local se prevé un “Cacerolazo por la Dignidad” en todos los barrios del país.
Santiago de Chile, 1 mayo de 2020
Crónica Digital/PL