Por Rafael Calcines Armas
Dos comunas de la capital y la norteña ciudad de Arica se sumaron hoy a las localidades en cuarentena en Chile, mientras persisten las dudas y reclamos sobre la política de aislamiento de las autoridades sanitarias.
Además de esos territorios, se mantendrá esa medida en las ciudades de Punta Arenas, Osorno, Temuco, Chillán y Chillán Viejo, y en la capital, en parte de las municipalidades de Santiago Centro, Ñuñoa y Puente Alto. Sin embargo, las autoridades sanitarias levantaron la cuarentena total en seis comunas de distintas zonas del país donde ha disminuido la incidencia de la enfermedad.
El ministrode Salud, Jaime Mañalich, ha insistido en que la política de aplicar cuarentena de forma “dinámica y estratégica” va en el sentido correcto, y ha rechazado repetidamente que se declare una cuarentena total, solicitada por diferentes sectores.
La justificación del gobierno se basa en que las cuarentenas tienen también efectos dañinos, porque han aumentado la violencia intrafamiliar, el consumo de drogas y bebidas alcohólicas, e incluso los problemas de salud mental, al tiempo que se dificulta a muchas personas el acceso a alimentos, medicinas y productos de aseo.
Tales argumentos tienen peso, pero analistas advierten que el tema económico, aunque no queda tan a la vista, pesa también mucho en la determinación del gobierno, en medio de una crisis económica que se profundiza con la pandemia del SARS-Cov-2.
Asimismo muchos alcaldes insisten al gobierno en aplicar una cuarentena total en la capital, donde a su juicio, establecerla en unas comunas y en otras no, impide que surta el efecto deseado por la interacción entre la población de unos territorios y otros.
Al mismo tiempo reclaman mayor transparencia en cuanto a las cifras y criterios seguidos para aplicar esas medidas.
Desde el campo científico también surgen preocuaciones, y para el experto en salud pública y epidemiología Christian García, “cerrar comunas con cuarentenas totales y después levantarlas a las pocas semanas no responde a un criterio epidemiológico”, ya que “la forma de contagio de las personas no cambia”.
Añadió que la autoridad “no está definiendo bien por qué designan una medida a tal o cual escala”. “Han dicho que observan los puntos con georeferenciación según los casos activos, pero las definiciones han ido cambiando y no se mantienen estables”, criticó.
A su juicio “pareciera ser que todos quieren volver lo antes posible a la normalidad y proteger la economía”.
Por su parte, Pablo Villalobos, académico de la Universidad de Santiago y doctor en salud pública de la Universidad de Harvard, consideró que anunciar cada semana comunas que entran y salen de la cuarentena es una estrategia “riesgosa”.
Señaló en ese sentido que el Gobierno puede no estar apuntando a las comunas adecuadas y, a la vez, “las cuarentenas parciales dan la sensación de que en algunas partes está todo bien y, en otras, todo mal”.
Además reconoció que las cuarentenas totales no tendrían los mismos efectos en comunas cuyos habitantes tienen mejores condiciones de vivienda y para trabajar desde sus casas, que en las más vulnerables, donde hay hacinamiento y pocos recursos.
En tanto, entre la población también parece haber discrepancias con el ejecutivo, pues la más reciente encuesta Pulso Ciudadano señala que el 59,5 por ciento de los encuestados dijeron estar en desacuerdo con el levantamiento de la cuarentena en comunas de la capital, y 85,4 por ciento está de acuerdo en decretar esa medida por dos semanas a nivel nacional.
Santiago de Chile, 17 de abril 2020
Crónica Digital /PL