La cantante Mon Laferte fustigó la insólita acción del Jefe de Estado, expresándola en una sola y única pregunta. “¿En serio, Sebastián Piñera?”, expresó en Twitter, compartiendo una imagen de Sebastián Piñera sacándose fotografías en la Plaza de la Dignidad. Una enorme cantidad de usuarios aplaudieron el mensaje de la cantante, mientras que partidarios de la derecha enloquecían de furia, con “razonamientos” tan contundentes como los siguientes: “¿Es tu plaza ahora?”, “¿Tiene algo de malo?”, “¿Cuál es el problema?”, todo ello matizado con abundancia coprolalia.
Sin embargo, la realidad es que prácticamente nadie ha defendido, en el espacio público, la conducta del Jefe de Estado. Ni siquiera el Gobierno. Incluso el propio Piñera escribió ese mismo día en su cuenta de Twitter que “pasé por Plaza Baquedano, me bajé un par de minutos a saludar a un grupo de carabineros y militares que ayudaban a dirigir el tránsito, me saqué una foto y continué mi camino”, añadiendo que “lamento si esta acción pudo malinterpretarse”…
Un ejemplo fue el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, hombre más bien de orientación liberal, en su columna habitual en “El Mercurio”. Dijo que el gesto de Piñera “no tiene otra explicación que un narcisismo cercano a lo maligno –maligno en un sentido psicoanalítico– del Presidente. Más aún, expresó: “¿Qué puede explicar ese estúpido –no hay otra manera de calificarlo– acto presidencial?”, se pregunta el abogado, sumándose así a las reacciones negativas que generó la intempestiva actividad del Mandatario, que fue catalogada como una “provocación” desde la oposición.
“El Presidente Piñera se acaba de superar a sí mismo”, reflexionó, agregando que “al verlo posando relajado en la Plaza Baquedano es imposible no recordar los actos payasescos que cometió cuando se reunió con Obama o decenas de otros actos similares que la prensa ha llamado ‘piñericosas’ y que no son actos erróneos, sino inconscientes formas de hacerse notar”. En ese sentido, caracterizó el episodio como “rocambolesco, estúpido, algo que ni siquiera la mente más tonta, más despegada de la realidad, más desaprensiva de la actitud ajena, habría imaginado”.
“No hubo nada casual en esa escena. No es verdad, como dijo en un tuit, que se bajara a saludar a los policías. No es cierto. Todos saben que eso no es cierto y a estas alturas nada saca con pedir disculpas tratando de minimizar la tontería. Se bajó deliberadamente a saludar, ante su imaginación, a sí mismo. En el video se ve al Presidente posando frente a las cámaras, sonriente, relajado, en mangas de camisa, una pierna sobre la otra, en una burla inconsciente, sabiendo que el virus había espantado a los que, apenas ayer, lo incomodaban”, señaló.
Indicó que mientras el país está en ascuas, “temiendo que lo peor toque a la puerta”, y apenas luego de unas semanas de la protesta, “el Presidente tiene la ocurrencia de posar ante la estatua del general Baquedano en un inconsciente acto de provocación y desprecio. De provocación ante quienes apenas anteayer, con razón o sin ella, protestaban, y de desprecio ante los millones de chilenos que se apiñan y esconden en sus casas temiendo que el virus los alcance”.
“Es una desgracia, pero ese acto deliberado del Presidente muestra a una personalidad carente de toda empatía y centrada nada más que en sí misma”, sentenció.
Y remató: “Mientras la ciudadanía espera a un Presidente preocupado de lo que amenaza la vida de muchos y al mismo tiempo meditabundo de lo que, con razón o sin ella, ocurrió en octubre, el Presidente Piñera, despreocupado de todo eso, inconsciente de todo eso, displicente ante todo eso y centrado nada más que en sí mismo, se dedica a ejecutar la provocación tonta y el acto inútil de tomarse una foto, como si lo que le importara fuera eso: no lo que ocurre o él hace, sino lo que quedará retratado en la foto, como si estuviera perseguido eternamente por el anhelo de destacar en una escena familiar”.
Por su parte, el periodista de CNN Chile y columnista de “La Tercera”, Daniel Matamala, destacó que la ciudadanía arriesga penas de cárcel y multas por incumplir la cuarentena total, reseñando las estrictas medidas sanitarias que el Gobierno ha impuesto, que no solo restringe la libertad de desplazamiento, sino que también ha suspendido derechos básicos, como el de los niños y niñas a la educación.
Sin embargo, dice Matamala existe una excepción: “Y el Estado las aplica con toda la fuerza de la ley: si sales sin permiso a la calle, puedes ir preso, salvo que seas un Presidente al que una noche de viernes le venga en gana violar la cuarentena para sacarse una foto turística aprovechando las calles vacías”.
Sin embargo, lo más significativo ha sido la reacción de las autoridades del Gobierno.
Luego de una conferencia del Ministerio de Salud para entregar el número de los muertos y contagiados con COVID–19, la Subsecretaria Paula Daza, fue consultada por la imagen del Mandatario posando en el monumento ubicado en la Plaza de la Dignidad, zona que estaba en cuarentena. La funcionaria respondió incómoda ante la pregunta de un periodista y sólo se limitó a decir: “El Presidente ya hizo su respuesta. Es una situación que ya está cerrada”…
El Ministro de Salud, Jaime Mañalich, se refirió al episodio, asegurando que “el Presidente evidentemente tiene un salvoconducto amplio para el ejercicio de sus facultades”. En este sentido, agregó que “no hay una definición o una barrera respecto de lo que el Presidente estime en el ejercicio de sus funciones”. Consultado si conversó la situación con Piñera, expresó que “yo no le dije nada; él se refirió a la situación y quedó aclarado”.
Finalmente, el Ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dijo: “El Presidente se refirió al hecho, lo lamentó, porque dio pie a malas interpretaciones, pero corresponde enfocarse en lo que corresponde, que es la estrategia sanitaria”.
Santiago, 6 de abril 2020
Crónica Digital.