Alrededor de 200 reclusos participaron ayer en un motín e intento de fuga en el penal Santiago 1, de esta capital, que finalmente fue controlado por efectivos de la Gendarmería.
Según informó a los medios el coronel de Gendarmería Eduardo Muñoz, esa institución tenía conocimiento previo por fuentes de inteligencia de que se iba a producir un intento de fuga, por lo cual se dispusieron con tiempo suficiente las medidas para impedir que los reos escaparan.
Explicó que el intento de evasión se inició en el módulo 32 del penal, el m{as grande del país y donde cumplen condenas alrededor de cuatro mil personas, y que como resultado de los enfrentamientos entre gendarmes y sublevados resultaron heridos nueve uniformados y un número indeterminado de reclusos, todos de carácter leve.
Por su parte el general de Carabineros, Enrique Monrás, señaló que el hecho comenzó alrededor de las 13:30 hora local en el momento en que los presos debían salir al patio y que tras frustrarse la fuga se produjo un motín.
Los presos incendiaron colchones y otros objetos tanto en el patio del módulo como en el interior del edificio, del cual salía una densa columna de humo, por lo cual acudieron al lugar varias compañías de bomberos.
Mientras, en las afueras del penal comenzaron a congregarse familiares de los reclusos para poder conocer infructuosamente sobre el estado de sus familiares, y fueron dispersados por fuerzas especiales de carabineros con carros lanza agua.
Algunos familiares denunciaron a la prensa que el motín obedecía a las pésimas condiciones sanitarias existentes en el penal, las cuales se agravan con la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2.
En ese sentido demandaron la presencia en el lugar de observadores del
Instituto Nacional de Derechos Humanos, para comprobar las precarias condiciones de vida existentes allí y las violaciones de los derechos de los reclusos por parte de las autoridades del penal.
Santiago de Chile, 20 de marzo 2020
Crónica Digital/PL