Medios de prensa estadounidenses como The Washington Post y The New York Times abordan ampliamente la crisis y sus consecuencias, tanto locales como para el mundo, también afectado por una pandemia que ya mató a más de siete mil 100 personas y mantiene enferma a más de 179 mil 700 personas en al menos 140 países.
Como parte de estas gestiones para enfrentar un problema que el propio presidente dijo estaba bajo control, el gobierno busca 850 mil millones de dólares en estímulos de emergencia para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus, informa el Post.
La solicitud, que se entregará a los legisladores hoy, sería una combinación de recortes de impuestos y ayuda de emergencia para la industria aeronáutica, dijeron los funcionarios informados sobre la planificación, aunque los funcionarios de la Casa Blanca planean negociar los detalles con el Congreso, indica el rotativo.
El objetivo, precisa, sería amortiguar el golpe económico de la propagación del virus, que cerró negocios y escuelas en todo el país.
Mientras el Times explica en un análisis por qué la economía está en gran peligro y señala que ‘los gastos de una persona son los ingresos de otra. Eso, en una sola frase, es lo que es la economía global de 87 billones de dólares’.
Simplemente no sabemos cómo responderá la máquina económica al daño que está empezando a ocurrir, ni cuán difícil o fácil será volver a encenderla, advierte el diario al valorar el colapso de la economía estadounidense.
Estados Unidos y gran parte del mundo están al borde de una tremenda reducción del gasto en consumo, lo que a su vez significará un menor rendimiento económico y menores ingresos entre las personas que proporcionan esos servicios.
Al respecto, señala el Times, los cuadros de la Oficina de Análisis Económico sobre los gastos de consumo personal incluyen tres categorías en las que es probable que se produzcan disminuciones muy pronunciadas en las próximas semanas.
Los estadounidenses gastaron 478 mil millones de dólares en servicios de transporte en 2019 (lo que incluye cosas como los pasajes de avión y de tren, pero no la compra de automóviles personales), ejemplifica.
Consumieron 586 mil millones de dólares en servicios de recreación (piense en las entradas a eventos deportivos o en las pérdidas por apuestas en un casino). Y gastaron 1,02 billones de dólares en servicios de alimentación y alojamiento (comidas en restaurantes y estancias en hoteles, pero no en comida de supermercado traída a casa), agrega.
Eso suma 2,1 billones de dólares al año, el 14 por ciento del gasto de consumo total, que, advierte el diario, parece probable que se agote por lo menos durante unas semanas y tal vez más tiempo. No sabemos cuánto bajarán esas cifras de consumo, y por cuánto tiempo, sólo que será por mucho.
Todos esos flujos de dinero están en peligro a medida que el gasto de consumo se hunde, alerta el rotativo.
Subraya el análisis que los grandes sectores de la economía empiezan a experimentar el mayor choque de demanda que jamás hayamos visto. Y pronto descubriremos lo que sucede una vez que una poderosa máquina económica tiene un microscópico, pero potente, virus en sus engranajes.
Washington, 17 marzo 2020
Crónica Digital/PL