Chile vive momentos decisivos en su constante lucha por libertades y derechos.
La Democracia esta en riesgo amenazada por poderes políticos e intereses económicos y sociales, que buscan frustrar la demanda principal planeada por una lucha permanente y que tuvo una expresión esperanzadora a partir de octubre de 2019:la exigencia de una nueva Constitución que refleje la voluntad de mas y mejor democracia, de un promisor porvenir social y político y de un marco político e institucional que amplíe, profundice y garantice los derechos humanos de los chilenos.
Somos ciudadanos y por lo tanto, responsables, protagonistas, de este momento crucial, en que se enfrenten los ciudadanos que dijeron basta al abuso y estiman que la dignidad y sus derechos están llamados a imperar en el escenario nacional, y quienes quisieran detener la historia y atrincherarse en sus intereses, y en una normativa impuesta a sangre y fuego por una dictadura brutal, y un modelo social y ecnomico abusador.
Este es un proceso largo y complejo, pero no menos urgente y vienen batallas decisivas: un primer paso será el cdilema “Apruebo” o “Rechazo” la demanda de una nueva Constitución, en el Plebiscito del 26 de abril de 2020.
Al votar APRUEBO -que es nuestra determinación y llamado- lo que hacemos es expresar nuestra voluntad y esperanza, de seguir avanzando en la conquista de nuevos y más amplios derechos democráticos, que queden estampados e la nueva Constitución a la que aspiramos.
Estos se refieren y contemplan, áreas como la Salud, la Educación, las Pensiones, el derecho a la Vivienda digna, a una educación gratuita y de calidad, al trabajo y una remuneración justa, a una sociedad que de las oportunidades de progreso, respeto, dignidad a todos sus integrantes, que elimine todas las trabas, desigualdades y discriminaciones a las mujeres, y al mundo de las minorías sexuales y de los pueblos originarios.
Pero también, desde nuestra trascendental área de responsabilidad social, el mundo de los comunicadores populares, que garantice la libertad de expresión, de pensamiento, de prensa, de información a todos los ciudadanos, y no permita la monopolización, manipulación, y discriminación de la información, dejándola monopólicamente en manos de grupos de presión políticos, económicos, sociales o institucionales.
La libertad, en todas sus manifestaciones sociales y humanas, es nuestro objetivo.
La coyuntura histórica nos plantea la responsabilidad y el deber de pronunciarnos en torno a estas necesidades patrióticas y democráticas.
Queremos hacernos presente en nuestra calidad de ciudadanos y nuestro rol de comunicadores, de parte integrante de un mundo social en proceso de recuperación de su rol protagónico y épico, en busca de un mundo de esperanzas y logros que demanda el Chile del siglo 21.
Mas allá de nuestras convicciones o consideraciones ideológicas o políticas particulares, lo que nos une es el sentido de urgencia en la defensa de la Democracia y el compromiso del logro de una Nueva Constitución, como un paso más de un camino iniciado ya hace mucho tiempo, por el progreso y los derechos de todos.
Somos un pueblo en marcha y nuestras banderas son multicolores, porque nuestras necesidades y esperanzas son diversas y convergentes.
Hay que sumar y unir para triunfar.
Decir hoy con voz colectiva mayoritaria “APRUEBO”, es un paso determinante para seguir adelante hacia las próximas y sucesivas, batallas por los contenidos de la Nueva Constitución.
Los enemigos de la democracia y de una nueva Constitución, que la defienda, amplíe y profundice, no descansan. Siguen conspirando en contra del proceso, y quisieran frustrarlo, mediante el uso de la fuerza.
Nuestro deber es estar alertas y defender este ejercicio de nuestros Derechos y que el “APRUEBO” se transforme un coro multitudinario mayoritario abrumador, Pero después habrá que seguir alerta, para impedir los nuevos embates de los enemigos de la libertad y la democracia, que como lo ha demostrado la historia, y La vociferación de hoy, son los verdaderos violentistas, los enemigos de la democracia.
Por eso decimos, sin duda alguna, “APRUEBO”. Es una nueva primera batalla, un proceso constante, permanente, donde no sobra nadie.
Es la hora de decir, repetir, argumentar, convencer, APRUEBO, Por Chile, por la Democracia, por nuestro futuro, por el porvenir de la Democracia y los derechos de Chile y sus ciudadanos.
Y no pueden haber excusas, ni dudas en cumplir con nuestro deber cívico: APRUEBO.
Santiago de chile, 13 de Marzo 2020
Crónica Digital