Un estudio científico determinó que los niños que habitan en las cercanías del complejo industrial de Quintero y Puchuncaví, una de las zonas más contaminadas de Chile, pueden contraer cáncer por los altos niveles de polusión.
El diario El Mercurio de Valparaíso informó hoy que un equipo de científicos nacionales y extranjeros extrajeron 245 muestras del suelo en los alrededores de ese enclave industrial para determinar la concentración de metales pesados como cobre, arsénico, plomo y zinc.
La investigación, financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico del Ministerio de Educación, concluyó que “el riesgo carcinogénico debido a la exposición al arsénico fue superior al valor umbral de 10-04 en la población de niños pequeños (de uno a cinco años) en el 27 por ciento del área de estudio”.
Asimismo consideró “inaceptables” esos valores respecto a los parámetros establecidos internacionalmente y recomendó “una intervención específica del gobierno chileno” en ese problema.
La pesquisa señaló igualmente altas concentraciones de cobre y plomo, y que la principal fuente de estos compuestos es la fundición de cobre Ventanas, en Puchuncaví.
Respecto a la presencia de otros metales pesados, el estudio determinó que también existe peligrosidad para la salud de los niños frente a la exposición de plomo.
Señaló que tendría que haber niveles bajo los 80 miligramos por kilogramo en los suelos estudiados, pero 19 muestras alcanzaron una concentración mayor.
El grave riesgo que enfrentan los habitantes de Quintero y Puchuncaví ha sido reiteradamente denunciado por formaciones políticas y sociales, y ante esta nueva evidencia, Katta Alonso, vocera de la organización Mujeres en Zona de Sacrificio, señaló que el gobierno “debe intervenir la zona pues la situación es insostenible”.
Advirtió Alonso que este estudio “da a conocer la problemática de los suelos y la implicancia en la salud, sobre todo en nuestros niños, y es cáncer”.
Añadió que es un problema gravísimo que ya esa agrupación había denunciado en otra investigación que se hizo al agua, lo cual dio por conclusión que las personas no debían bañarse en las playas de la zona.
Recordó que ese análisis se realizó hace dos años, cuando el presidente Sebastián Piñera dijo que iba a acabar con las “zonas de sacrificio”, pero no ha hecho nada.
Santiago de Chile, 20 de febrero 2020
Crónica Digital/PL